¿Qué se puede saber de una persona según su carta astral?
Antes de entender a una persona por el mapa del cielo en el momento de su nacimiento, es necesario comprender qué rol cumplen los planetas y las casas en la carta natal
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La carta astral o natal es un esquema que replica una imagen del cielo en un momento determinado. La astrología utiliza la fecha, la hora y lugar de nacimiento de una persona para conocer cómo será su personalidad, su manera de comportarse y manejar sus emociones. Este mapa expresa la posición de los planetas en cada una de las doce casas astrales en el instante en que un individuo llega al mundo, que determina sus características.
Un análisis astrológico de este elemento se puede dividir en tres etapas. Es importante conocer primero a los grandes tres (Sol, Luna y ascendente), un conjunto de elementos que definen los rasgos más relevantes de un individuo. Luego llegará el momento de los planetas, que encarnan un papel con una energía en particular. Es necesario identificar qué es lo que representa cada uno de estos, para luego llegar a las casas. Estas son los diferentes ámbitos de la vida, en los cuales se desenvuelven e influyen los cuerpos celestes.
A continuación, cada uno de los elementos de la carta natal y cómo interpretarlos para conocer a una persona.
Los grandes tres
En la carta astral, existe un trío de elementos que representa a los aspectos más importantes de un individuo: Sol, Luna y ascendente.
- El Sol, que se refiere al signo principal o signo solar, se refiere a aquellas cualidades generales del ser. Determina la personalidad de alguien, el ego, la identidad y su percepción sobre sí mismo.
- En segundo lugar, se encuentra la Luna, que es la encargada de los sentimientos, la intuición y el temperamento de una persona. Se relaciona con aspectos relacionados al amor, las emociones y la familia.
- Por último, el ascendente establece la imagen que se transmite el individuo al exterior y la manera en la que los demás lo perciben.
Los planetas
Los planetas representan una energía y comportamiento determinado. Su posición determina la manera de la persona para desenvolverse en ciertos ámbitos:
- Mercurio: es el astro de la comunicación que define la manera en la que alguien se expresa, su forma de reflexionar sobre diferentes temas, mayormente asociados al razonamiento.
- Marte: está asociado con la acción, la energía y la fuerza de voluntad de una persona. Es la capacidad de valentía, autoestima e impulso que alguien posee para llevar a cabo lo que desea.
- Venus: denominado el planeta del amor, trata temas relacionados con el romance, el deseo, la belleza y las relaciones sentimentales. Define las cualidades que se buscan en una pareja y la manera de comprometerse.
- Júpiter: se lo considera el planeta de la suerte y la expansión, con una gran influencia positiva en sus tránsitos. Es la capacidad de crecer, las conexiones sociales y la buena fortuna que una persona puede adquirir.
- Saturno: determina las normas, establece los límites y el sentido de responsabilidad que alguien posee.
- Urano: el planeta de la rebeldía y la independencia, define el pensamiento alternativo y la ruptura de las normas tradicionales. Su rol es cuestionar y definir sus propios principios.
- Neptuno: asociado con la intuición, los sueños y la imaginación, este astro define la búsqueda de espiritualidad y propósito en la vida, más allá de los logros materiales.
- Plutón: el último astro del sistema solar cumple el rol de encarnar los cambios, la transmutación y las transformaciones. Explora la capacidad de reinventarse y adaptarse a las adversidades.
Las casas
El último elemento a evaluar son las casas astrales, que refieren a los espacios, ámbitos y situaciones de la vida. Los planetas tomarán un rol en cada una de ellas, atribuyendo una manera de enfrentar o comportarse en estos campos:
- Casa 1: se trata del “yo”, la imagen que constituye la identidad de una persona. Son las primeras impresiones que dan a los demás como su carácter, apariencia física y comportamiento.
- Casa 2: representa las posesiones de una persona, su relación con el dinero y los logros profesionales asociados al estatus social.
- Casa 3: son las primeras relaciones de la vida como se da con los hermanos, primos o familiares que constituyen los primeros años de una persona su entorno social.
- Casa 4: se la conoce como la casa de las raíces y el hogar, que se refiere a los valores y principios adquiridos a temprana edad. Se la asocia también con nuestros ancestros y de dónde venimos.
- Casa 5: es la extroversión, la capacidad de mostrarse al mundo y la forma en la cual lo hacemos. Determina las pasiones, gustos y actividades predilectas.
- Casa 6: se trata de las responsabilidades y rutinas que adquiere un individuo, junto a su capacidad de organización y concreción de metas, muchas veces asociado con el trabajo.
- Casa 7: se centra en la pareja y las relaciones sentimentales orientadas al compromiso. Asimismo, define las cualidades que alguien busca en su media naranja.
- Casa 8: establece la relación entre el individuo y su interior, su espiritualidad y conciencia. Se trata de una casa que incluye temas trascendentales, como la sexualidad, el deseo y los misterios.
- Casa 9: define el ámbito de aprendizaje, la aventura y sentido de curiosidad de un ser. Es la necesidad de buscar respuestas, salir al mundo, viajar y experimentar cosas nuevas.
- Casa 10: se la relaciona con la profesión, la búsqueda del éxito y estabilidad, especialmente en el ámbito económico. Se lo asocia también con la necesidad de alcanzar metas.
- Casa 11: incluye el rol que se tiene en la sociedad, el sentido de compañerismo, vivir en comunidad y relacionarse con otros. Implica el lugar que ocupamos en el mundo, más allá de nuestros vínculos cercanos.
- Casa 12: simboliza el inconsciente de alguien y la búsqueda de explorar su interior. Trata el karma, las vidas pasadas, la fe y las lecciones que son necesarias enfrentar.
En conclusión, un análisis de la carta astral permite obtener información esencial sobre una persona. Mientras que el Sol trata de su identidad, la Luna representa sus emociones y el ascendente su manera de mostrarse al mundo. Asimismo, la relación entre las casas y los planetas expresarán cómo se comportan en cada aspecto en su vida como el trabajo, el amor, los amigos, la familia, el karma y la espiritualidad.