Visitó Disneyland casi 3000 días seguidos y rompió todos los récords

Jeff Reitz, un hombre de Huntington Beach, California, entró esta semana al récord Guinness por haber pasado la mayor cantidad de días seguidos en Disneyland. Con 2995 visitas, se convirtió en el fan con mayor trayectoria dentro del parque.

Lo que comenzó como una broma y distracción de una época oscura en su vida, lo convirtió en una celebridad de la casa de Mickey Mouse. Ahora no solo tiene un título mundial, sino que tanto el personal del parque como los visitantes lo identifican casi como parte esencial del lugar.

En 2012, Reitz, de 50 años, se quedó sin trabajo, pero tenía un pase anual al mágico lugar y no vio otra opción que ir todos los días a distraerse. “Comenzó como una broma entre amigos cuando Disneyland anunció que iban a ofrecer un Día Extra Disney, en 2012″, declaró Jeff para Guinness World Records.

En un principio solo asistía por diversión, mientras buscaba un nuevo trabajo. Sin embargo, después se convirtió en una actividad esencial diaria. Lo veía como una oportunidad para conectar consigo y con otras personas: “Me ayudó a salir del trance y a poner una mentalidad positiva, registrar el ejercicio con todos los pasos tomados y siempre establecer contactos, ya que nunca sabía a quién conocería allí”, declaró.

Fue a Disneyland, de Anaheim, durante 60 días seguidos hasta que se llevó a cabo el evento Leap Day 24-hour. Ahí conoció a un periodista al que le impresionó su hazaña, y le dio espacio a su historia en los medios de comunicación. “Luego, el 1° de julio de 2012, el departamento de prensa del Registro Civil del condado de Orange publicó algo sobre él, y luego la agencia Associated Press retomó la historia. Poco después, periódicos y estaciones de radio de todo el mundo me contactaron para pedirme una entrevista”, recordó el fanático.

Visitante tenaz

Para ese momento ya sabía que no existía ningún récords de visitas consecutivas al parque, por lo cual pensó que era buena idea intentarlo. No obstante, nunca investigó más porque creyó que debería pagarle a Guinness para crear una categoría que lo premiara. Así que siguió con sus asistencias diarias, mientras documentaba todo en sus redes sociales. “Algunos días iba a muchas atracciones y otras enfocaba mi atención en una sola sección del parque”, detalló.

Cuando se terminó su pase anual, tuvo que comprar sus entradas todos los días. Pero para ese momento ya era tanta su fascinación por lo que hacía, que no tenía la intención de parar. La gente comenzó a reconocerlo e incluso formó lazos estrechos con el elenco del destino turístico: “Me paraban dentro del parque para tomarme fotos y pedirme autógrafos”, aseveró.

Además, Disneyland le entregó algunos premios por ser un cliente frecuente. Al primer año le regalaron una canasta con certificados de ‘ciudadanía honoraria’. En el segundo le regalaron una cena, y cuando completó las 2000 visitas le obsequiaron una mochila.

Obtuvo el récord, pese a las complicaciones

Reitz tenía como objetivo personal llegar hasta las 3000 asistencias ininterrumpidas, pero su objetivo se vio interrumpido cuando llegó la pandemia por Covid-19. Las autoridades ordenaron el cierre de todos los destinos turísticos, incluido el parque de diversiones, y el hombre llegó hasta la visita 2995, el 14 de marzo de 2020. Estaba triste de haberse quedado tan solo a cinco días de su marca. Sin embargo, la historia llegó a oídos de la organización de los reconocimientos mundiales, que consideró que sus ocho años, tres meses y 13 días era una marca más que merecedora.

Aunque Reitz ingresó formalmente al récord Guinness el año pasado, se enteró recién la pasada semana, cuando la entidad lo contactó para entrevistarlo y publicar en su página web una historia acerca de sus visitas consecutivas.

“Hasta ahora, solo se lo he dicho a pocas personas, ya que incluso fue una sorpresa para mí, pero creo que todos estarán muy felices y orgullosos de saber que gané el reconocimiento que la mayoría consideraba justo para mí”, concluyó.

Ahora, Reitz está concentrado en volver a visitar su lugar favorito en el mundo, según dijo. Si bien todavía no tiene una fecha, lo hará con su nuevo reconocimiento. “Creo que sería muy divertido regresar con mi certificado de título de Guinness World Records para tomar fotografías ahí mismo, donde lo obtuve: ¡en Disneyland!”, concluyó.

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