Vigilante: la desesperación de los vecinos de la casa real de la serie de Netflix ante la constante llegada de turistas

Las series basadas en hechos reales cobran cada vez más protagonismo en Netflix. En este momento, por ejemplo, dos series de ese estilo, producidas por el reconocido Ryan Murphy, lideran el ranking global de la plataforma de streaming.

Tras el éxito que consiguió con Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, el productor batió un nuevo récord con Vigilante, que actualmente se encuentra en el puesto número uno de audiencia mundial.

Sin embargo, el éxito de la producción mantiene en vilo a los vecinos de la casa que aparece en ella, ya que la vivienda y sus alrededores se volvieron el centro de fotografías y visitas incesantes de parte de curiosos y turistas.

The Watcher (tal su título original) se estrenó hace dos semanas en la plataforma de streaming y está protagonizada por Naomi Watts, Bobby Cannavale, Margo Martindale, Mia Farrow y Jennifer Coolidge.

Basada en hechos reales, la historia se basa en el matrimonio Brannock, que se muda con sus tres hijos de la ciudad de Nueva York a las afueras Nueva Jersey para vivir en lo que sería la casa de sus sueños, lejos de la violencia y la inseguridad de la metrópolis. Sin embargo, la recurrente aparición de cartas anónimas (firmadas por “El Vigilante”) sembrará una gran intranquilidad en la pareja, que iniciará una investigación para descubrir quién los amenaza.

La vivienda real a la que alude el film se ubica en el barrio de Westfield, sobre la calle Boulevard. Un lugar que desde el estreno de la serie comenzó a ser asiduamente visitado por sus fanáticos, dispuestos a saber todo sobre el caso que asoló esa zona durante el año 2014.

Hoy en día, las visitas se transformaron en constantes y los vecinos de la zona se encuentran algo desesperados por la invasión.

Así lo consignó el medio local NJ, a través del testimonio de varios residentes. Y también de varios turistas, que compartieron sus impresiones del lugar: “La casa es bonita, pero no es espeluznante. Pensé que encontraría lo interesante de la historia”, apuntó Pradeep Soni, que viajó 25 minutos desde su residencia en el condado de Somerset. Mayor distancia recorrió Louise Evans, que vive en Reino Unido, y visitaba a unos amigos y decidió acercarse al lugar.

La realidad es que aunque la producción usó la misma dirección en la que sucedieron los hechos en los que está basada, la ficción no se filmó en dicha calle, sino en una casa en la ciudad neoyorkina de Rye.

Preocupación de los vecinos

La policía del municipio armó un operativo de protección alrededor de la vivienda, con una cinta amarilla alrededor del perímetro, varios agentes estacionados y una valla frente a la entrada para evitar la intrusión de fanáticos y curiosos.

Trish Dulinkski, vecina del barrio, advirtió: “Todos los vecinos estamos preocupados por la familia que vive allá ahora. No puedo imaginar cuánto tiempo pasará hasta que la gente pierda interés en la casa, para que el vecindario pueda volver a la normalidad. Seguramente los propietarios actuales reciban también mucho correo de cualquier persona de todo el mundo”.

“Creo que nos perjudicó que la serie posicionara a nuestra pequeña ciudad bajo una luz negativa”, apuntó Sabina Schutt, que vive a la vuelta de la esquina de la casa que aparece en la ficción de Netflix y el fin de semana se quedó atrapada por el tránsito cuando regresaba de la estación de trenes.

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