Una mujer denunció a un empleado de Taco Bell de arrojarles agua hirviendo a ella y a su hija

Una discusión en un restaurante por una orden mal servida terminó en una tragedia que dejó graves heridas en el cuerpo de dos mujeres afrodescendientes, quienes ahora buscan justicia por la vía legal y una indemnización de un millón de dólares. Un abogado ha presentado una demanda a nombre de Brittany Davis y CT (una menor), quienes alegan haber sido quemadas con agua hirviendo por un empleado de Taco Bell mientras esperaban una solución para el pedido equivocado.

Los hechos se conocieron en días recientes, pero ocurrieron el 17 de junio en una sucursal del famoso restaurante, ubicada en la Interestatal 635 de Dallas, Texas, cuando una mujer y su hija hicieron un pedido de comida con una cuenta total de 30 dólares que resultó equivocado.

De acuerdo con la demanda, ambas volvieron hasta en tres ocasiones para pedir por el autoservicio que corrigieran la orden, pero el empleado se negó y ellas entraron al restaurante en busca de otra respuesta. Una vez que estuvieron frente al mostrador, discutieron a lo largo de diez minutos y fueron atacadas, según detallan: “En lugar de simplemente corregir la orden, un empleado de Taco Bell amenazó con pelear contra C.T., un menor, y el gerente de la tienda de Taco Bell vertió violentamente y sin previo aviso un balde de agua hirviendo sobre las cabezas, los hombros, los senos y las piernas de C.T. y Brittany causando insoportables quemaduras de segundo y tercer grado en sus cuerpos”.

La historia no terminó con esta primera agresión, las afectadas argumentan que fueron encerradas en el restaurante, lo que demoró la búsqueda de atención médica. Además, dicen que cuando lograron salir, se libraron de otro balde de agua hirviendo que vieron venir en el camino. En lugar de ayudarlas, un empleado salió del restaurante para burlarse de ellas en plena emergencia.

El impacto de las lesiones fue tal que Brittany, según la demanda, sufrió diez convulsiones. Hoy, ambas han tenido que volver a casa con múltiples quemaduras desde la cabeza hasta el estómago y, en consecuencia, la madre ha tenido que retirar los espejos para evitar que su hija vea la gravedad de sus lesiones. “Ahora vivirán con el trauma psicológico que conlleva un ataque como este. Las corporaciones tienen el deber de emplear empleados estables y de calidad que tengan la seguridad como la máxima prioridad”, reclaman los abogados Ben Crump y Paul Grinke, representantes de las mujeres en el proceso que señala responsabilidades de Yum! Brands, Taco Bell Corp., Taco Bell of America, Taco Bell #22872, North Texas Bells, y dos empleados.

La demanda acusa la negligencia de los empleados, pero también la negligencia en la contratación, la falta de control y prevención de lesiones contra los clientes, además de la responsabilidad de las instalaciones tras sufrir una lesión causada por algún tipo de condición insegura en dicha sucursal de Taco Bell. Tanto Brittany como C.T. exigen el pago de un millón de dólares como reparación de los daños. “El restaurante que creían que era un lugar de servicio rápido y seguro se convirtió en un lugar de horrores”, puede leerse en el documento.

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