Un rito en la fraternidad de su universidad lo dejó paralítico, mudo y ciego: “La peor lesión por novatadas”

A finales de 2021, Daniel Santulli inició como tantos miles de jóvenes su etapa como estudiante universitario, ingresó a la Universidad de Missouri, buscó integrarse a una fraternidad y, en este caso, eligió a la llamada Phi Gamma Delta. En la celebración del Pledge Dad Reveal Night, que implica sellar el compromiso con el grupo, sufrió daño cerebral irreversible, producto de un ritual de iniciación.

Las cámaras de vigilancia en los dormitorios exhibieron cómo sucedieron los hechos el 19 de octubre del año pasado. A las 9 de la noche, los jóvenes fueron conducidos con los ojos vendados y sin camisa hacia una habitación. En ese lugar, Danny, de entonces 18 años, fue obligado a beber cerveza y vodka, como parte de la novatada. “Vemos a uno de los miembros de la fraternidad poniendo un tubo en la boca de Danny con un embudo en el otro extremo y vertiendo cerveza en su garganta mientras Danny está consumiendo una botella entera de vodka”, declaró David Bianchi, abogado de la familia del estudiante, en Good Morning America.

Un par de horas más tarde, de acuerdo con las grabaciones, Danny cayó por falta de equilibrio y fue llevado por algunos compañeros a un sillón, en donde se quedó solo. Pasada la medianoche, el joven se deslizó del sofá y, aunque luchó por moverse, no lo logró y tras unos minutos quedó inconsciente en el piso de la habitación. En ese lugar, fue encontrado por otro miembro de la fraternidad que intentó reanimarlo y como no lo consiguió, lo llevó con ayuda de otros hacia la salida, en ese trayecto volvió a caer de cabeza a falta de precauciones.

Los miembros de la fraternidad lo trasladaron en auto al Hospital de la Universidad de Missouri, llegó con un paro cardíaco y sin respiración. De acuerdo con la familia, su nivel de alcohol en la sangre era de 0,46, cifra que supera seis veces el límite legal y pone en riesgo su vida. Danny pasó seis semanas en terapia intensiva y fue diagnosticado con daño cerebral severo, lo que provocó la pérdida total de la movilidad, la vista y el habla. Pasó ocho meses alejado de su familia entre los cuidados intensivos y la terapia de rehabilitación, ahora necesitará atención de por vida.

“Todavía no habla ni camina, está en silla de ruedas. Perdió la visión. Pero nos oye y sabe que estamos allí. Simplemente seguiremos luchando, no vamos a perder la esperanza”, declaró su madre Mary Pat Santulli, quien debió dejar su trabajo para dedicarse a cuidar a Danny de tiempo completo.

La familia Santulli reclama la responsabilidad de los jóvenes que lo obligaron a tomar tales cantidades de alcohol y el tiempo que tardaron en acudir a los servicios de emergencia. En respuesta, presentaron 23 demandas civiles contra las personas involucradas en la novatada, la mayoría consiguieron acuerdo judicial, excepto dos por participación directa en los hechos. El abogado cargó en contra de Samuel Ghandi y Alec Wetzler, acusados de delitos graves por novatada, suministrar alcohol a un menor y manipulación de evidencias porque uno de ellos ocultó mensajes de texto emitidos el día de la fiesta; el viernes fueron formalizados los cargos y les impusieron una fianza de 50.000 dólares.

“He llevado estos casos durante 30 años y esta es la peor lesión por novatadas de fraternidad en los Estados Unidos”, sentenció David Bianchi, abogado de la familia. La Universidad de Missouri decidió castigar a 13 miembros de la fraternidad Phi Gamma Delta.

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