Un líder ultraderechista fue declarado culpable de “sedición” por el asalto al Capitolio de Estados Unidos
El fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, y otros miembros del grupo “tramaron una rebelión armada [...] conspirando para oponerse por la fuerza al gobierno de Estados Unidos”, señaló el jurado de un tribunal federal
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WASHINGTON.- El fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, y otro miembro de esa milicia ultraderechista fueron condenados el martes por “sedición” por participar en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero del año pasado.
Luego de deliberar tres días, los 12 miembros del jurado de un tribunal federal de Washington absolvieron a otros tres integrantes de Oath Keepers del cargo de sedición, que se castiga con hasta 20 años de prisión.
El veredicto cerró un juicio de casi dos meses, en el que el gobierno trató de demostrar que el violento asalto del Capitolio, que obligó a suspender la confirmación de Joe Biden como presidente electo, equivalía a una rebelión contra el gobierno por parte de partidarios del entonces presidente Donald Trump.
Los cinco enjuiciados fueron los primeros de los casi 800 acusados de participar en esa revuelta que dejó cinco muertos.
El Departamento de Justicia dijo que Rhodes y los Oath Keepers “tramaron una rebelión armada [...] conspirando para oponerse por la fuerza al gobierno de Estados Unidos”.
Los fiscales mostraron videos del ataque perpetrado por decenas de miembros del grupo vestidos con ropa de estilo militar. Pero los acusados calificaron el caso como un juicio político promovido por el gobierno de Biden contra los partidarios de Trump.
Kelly Meggs, de 53 años, cabecilla de la delegación de Oath Keepers en Florida, fue también declarado culpable del cargo de sedición en el marco del primer juicio en más de una década contra un grupo extremista en Estados Unidos por delitos de esta índole.
Los otros tres acusados, Kenneth Harrelson, de 41 años, mano derecha de Meggs; Jessica Watkins, de 40 años, veterana del Ejército que sirvió en Afganistán antes de formar parte del grupo en Ohio; y Thomas Caldwell, de 68 años, empleado del FBI y antiguo comandante de la Marina, que ha negado pertenecer al grupo, han sido absueltos del cargo, reportó la cadena CNN.
Durante semanas, la acusación ha mostrado mensajes en redes sociales, correos electrónicos, videos y registros de llamadas para evidenciar la coordinación entre los acusados antes, durante y después del ataque. Las pruebas reflejan que algunos de ellos viajaron juntos hasta Washington y escondieron armas en Virgina.
Por su parte, la defensa ha alegado que la presencia de Rhodes en Washington respondía a su interés por actuar como “encargado de paz” si estallaban choques entre seguidores de Trump y grupos antifascistas, y si bien reconoce una “retórica terriblemente acalorada”, eso no es sinónimo de un acuerdo para atentar contra la administración Biden.
Rhodes, de 57 años, ha estado al frente del grupo desde que lo fundó, en 2009. Se trata de un antiguo paracaidista del Ejército que actualmente se encuentra en prisión preventiva en Texas, después de un fallo judicial en el que se alertaba de que cuenta con la capacidad para “financiar insurrecciones futuras”.
El caso de Rhodes fue la primera acusación importante que cayó sobre un miembro de estas milicias presentes en las revueltas del 6 de enero. Hasta ese momento, el resto de integrantes de esos grupos, como Proud Boys o Three Percenters, si bien fueron acusados de conspirar para entorpecer un proceso legal, no incluía el matiz de sedición, que cuenta con una fuerte carga política.
La sedición y conspiración son los cargos más importantes que se han presentado contra las aproximadamente 800 personas que han sido detenidas por su participación en aquellos disturbios. La principal acusación que han presentado los fiscales es la de ingresar de manera ilegal en un lugar restringido, mientras que el resto de las más recurrentes son por agresión o resistencia a la autoridad.
Agencias AFP y DPA