Toma de rehenes en una sinagoga en Texas: qué se sabe del atacante y de las diez horas de terror dentro del templo
El sábado, un hombre entró al edificio religioso de la Congregación Beth Israel en Colleyville y mantuvo a cuatro personas cautivas hasta que irrumpió un operativo de SWAT; el gobierno tilda al incidente de “acto terrorista”
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COLLEYVILLE.- El hombre que tomó rehenes durante más de diez horas en el templo de la Congregación Beth Israel en Colleyville, Texas, el sábado fue identificado como británico y dos jóvenes fueron arrestados en Reino Unido por presunta vinculación con ese incidente que Estados Unidos calificó de “acto terrorista”.
Esto es lo que se sabe hasta ahora de la toma de rehenes:
El atacante
El secuestrador, que murió el sábado tras las diez horas de asedio en una sinagoga de la pequeña ciudad de Colleyville, fue identificado por el FBI como Malik Faisal Akram, de 44 años.
En una transmisión en vivo por Facebook de la ceremonia judía se podía escuchar a Akram despotricando y exigiendo la liberación de Aafia Siddiqui, una neurocientífica paquistaní sospechosa de tener vínculos con Al-Qaeda, la cual fue declarada culpable de intentar matar a oficiales del Ejército de Estados Unidos en Afganistán.
El presidente Joe Biden aseguró que el incidente fue “un acto de terrorismo” relacionado con “alguien que fue detenido hace 15 años y ha estado en la cárcel durante 10 años”, en referencia a Siddiqui.
Siddiqui es la primera mujer de la que Estados Unidos sospecha vínculos con Al-Qaeda y su causa es célebre en Pakistán y en los círculos jihadistas del sur de Asia. Fue detenida en Afganistán en 2008. Dos años después fue condenada en Nueva York por el intento de asesinato de oficiales estadounidenses en ese país. Actualmente está recluida en una prisión de Fort Worth, Texas.
En una declaración a la cadena CNN, el abogado de Siddiqui dijo que ella “no tiene absolutamente ninguna implicación” en la toma de los rehenes y condenó el incidente.
Update: FBI identified the #ColleyvilleSynagogue Texas hostage taker as British citizen, Malik Faisal Akram, 44. pic.twitter.com/Kx1hXTcuqb
— Rita Katz (@Rita_Katz) January 16, 2022
Investigadores federales creen que Akram adquirió la pistola en una venta privada, según una persona al tanto del asunto y que habló a condición de guardar el anonimato debido a que la investigación continúa abierta.
Akram llegó a Estados Unidos por el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York hace un par de semanas y entró con visa de turista, indicó un funcionario policial. La Policía Metropolitana de Londres informó en un comunicado que su unidad antiterrorismo estaba en contacto con las autoridades estadounidenses en este caso.
Un hombre que se identificó como hermano de Akram dijo en Facebook que el sospechoso tenía problemas mentales. “Como familia, no aprobamos ninguna de sus acciones y nos gustaría disculparnos sinceramente y de todo corazón con todas las víctimas involucradas en el desafortunado incidente”, dijo y agregó que la familia espera recuperar el cuerpo de Akram para su funeral en Gran Bretaña.
Dos detenidos
La policía antiterrorista británica anunció ayer el arresto de dos sujetos que fueron interrogados en relación con el incidente. “Dos adolescentes fueron detenidos en Manchester Sur esta noche; permanecen en custodia”, dijo en un comunicado la policía del área de Manchester.
La oficina del FBI en Dallas había dicho antes que no “había indicios” de que alguien más estuviera involucrado en el ataque a la sinagoga de la congregación Beth Israel.
#UPDATE | Counter Terrorism Policing North West update following the events in Texas: pic.twitter.com/Q3o08bc8Js
— Greater Manchester Police (@gmpolice) January 16, 2022
Tras el final del incidente, el agente especial del FBI Matt DeSarno dijo a periodistas en Colleysville que la investigación tendría “un alcance global”. “Hemos estado en contacto con múltiples pistas del FBI que incluyen Tel Aviv y Londres”, añadió.
La toma de rehenes
La toma de rehenes llegó a involucrar a unos 200 agentes de la ley locales, estatales y federales que se concentraron alrededor de la Congregación Beth Israel en Colleyville.
Una transmisión en vivo de la página de Facebook de la congregación durante el servicio matinal del sabbat parecía capturar la voz del hombre hablando en voz muy alta, aunque no mostraba la escena en el interior del centro religioso.
En esa transmisión podía escucharse a un hombre diciendo: “Pon a mi hermana al teléfono” y “voy a morir”. También expresó: “Hay algo que está mal con Estados Unidos”.
Uno de los rehenes fue liberado al principio del enfrentamiento. Tras horas de lo que, según la policía, fueron extensas negociaciones con el sospechoso, un equipo SWAT de élite irrumpió en la sinagoga.
Los periodistas que se encontraban en las inmediaciones reportaron haber oído un fuerte estallido -probablemente una granada de fragmentación utilizada como distracción- y disparos.
Los rehenes
Los cuatro rehenes -entre ellos un respetado rabino local, Charlie Cytron-Walker- fueron liberados ilesos el sábado por la noche, lo que produjo alivio en Estados Unidos donde la comunidad judía y el presidente Joe Biden renovaron el llamado a la lucha contra el antisemitismo.
Ellen Smith, una miembro de la congregación que creció yendo a esa sinagoga, declaró a CNN que la situación era “impactante y horrorosa”. Pero dijo que “no es sorprendente” que la crisis se produzca en una comunidad judía. “Últimamente han aumentado los casos de antisemitismo, pero desde que los judíos caminan por la Tierra, hemos sido perseguidos”, dijo.
El rabino Charlie Cytron-Walker atribuyó al entrenamiento de seguridad que recibió su congregación de los suburbios de Fort Worth a lo largo de los años el hecho de que él y los otros tres rehenes hayan sobrevivido al calvario, mismo que describió como traumático.
“En la última hora de nuestra crisis de rehenes, el hombre armado se tornó cada vez más belicoso y amenazador”, dijo el rabino en un comunicado. “Sin el entrenamiento que recibimos, no habríamos estado preparados para actuar y escapar cuando hubo una oportunidad”.
El incidente despertó preocupación entre la comunidad judía y en el gobierno de Israel, cuyo primer ministro Naftali Bennett aseguró supervisar “de cerca” la situación.
Las sinagogas de varias ciudades de Estados Unidos aumentaron la seguridad tras el atentado, aunque las autoridades dijeron que no creían que el incidente formara parte de una amenaza global.
Agencias AFP y AP
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