Un hombre en Texas es condenado a pena de muerte por el “síndrome del bebé sacudido”: le pidió indulto a Greg Abbott
Robert Roberson fue condenado por el fallecimiento de su hija de dos años y la fecha de su ejecución es el 17 de octubre; el caso y el debate sobre el diagnóstico que definieron su destino
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Un hombre de Texas se encuentra al borde de la ejecución, tras ser condenado a muerte por el fallecimiento de su hija de dos años, bajo el diagnóstico de “síndrome del bebé sacudido”. Se trata de Robert Roberson, de 57 años, quien insiste en su inocencia y le pidió clemencia al gobernador Greg Abbott, con la esperanza de que lo indulte. “Solo quiero volver a casa”, expresó el hombre.
La súplica por clemencia de Robert Roberson
En una reciente entrevista con NBC News, Roberson le pidió públicamente a Abbott que revisara su caso. “Rezo para que haga lo correcto”, dijo el hombre, que tiene fecha de ejecución para el 17 de octubre. Además de su familia y amigos, recibió el respaldo de legisladores estatales, expertos médicos y también del detective original de su caso, quien ahora cree que no se cometió ningún delito.
La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas es la primera instancia en recomendar una clemencia al gobernador. Sin embargo, hasta ahora, la oficina de Abbott no emitió comentarios sobre la solicitud.
Si bien el gobernador no suele otorgar indultos, hay un antecedente cercano que le da esperanzas a Roberson. En mayo pasado, el mandatario estatal indultó a un sargento del Ejército condenado por el asesinato de un manifestante de Black Lives Matter en 2020.
El caso y las pruebas
El incidente por el que Roberson fue condenado ocurrió el 31 de enero de 2002. Según los registros judiciales, se despertó en medio de la noche por un “llanto extraño” y encontró a su hija Nikki caída de la cama. La calmó y ambos volvieron a dormir. Sin embargo, horas después, descubrió que la niña no respiraba y la llevó al hospital. Los médicos concluyeron que presentaba signos de muerte cerebral y, al día siguiente, Nikki fue declarada muerta.
El diagnóstico médico indicó que la niña sufría hemorragias cerebrales y retinianas, lo que llevó a un especialista de Dallas a afirmar que Nikki había muerto como consecuencia del “síndrome del bebé sacudido”. Basado en este diagnóstico, y sin esperar los resultados de la autopsia, la Policía arrestó a Roberson. Durante el juicio en 2003, los fiscales argumentaron que había sacudido intencionadamente a su hija, causándole los traumas que la llevaron a la muerte.
Roberson siempre dijo ser inocente y atribuyó su aparente falta de reacción emocional ante la muerte de la niña a un trastorno del espectro autista, diagnosticado en 2018. Sus abogados también señalan que en su juicio original no se permitió la declaración de un experto médico que habría explicado los “lapsus mentales” que experimentaba Roberson debido a una lesión cerebral previa.
El debate sobre el diagnóstico del “síndrome del bebé sacudido”
El diagnóstico de “síndrome del bebé sacudido” surgió en la década de 1970, cuando los médicos intentaban explicar lesiones graves en bebés a partir de síntomas específicos.
Sin embargo, este diagnóstico fue cuestionado en los últimos años. La directora del Centro para la Integridad en las Ciencias Forenses, Kate Judson, señaló en una conferencia de prensa reciente que “otros fenómenos, como caídas accidentales o enfermedades naturales como la neumonía”, podrían explicar síntomas similares a los que antes se atribuían a este síndrome de abuso infantil.
En 2009, la Academia Americana de Pediatría cambió el nombre del síndrome por “traumatismo craneoencefálico abusivo”, para incluir lesiones causadas por diversos mecanismos, y no únicamente sacudidas. La doctora Andie Asnes, pediatra y miembro del Consejo sobre Abuso y Negligencia Infantil de esa misma academia, subrayó que el diagnóstico requiere una evaluación profunda del historial médico del niño y de los contextos previos, y advirtió que es incorrecto hacer un diagnóstico basado solo en los síntomas visibles.
El apoyo del detective y la defensa de Roberson
El caso tomó un giro inesperado en los últimos años. Brian Wharton, el dRoberson, eRoberson, ei vida en la aplicación de la ley siempre fue sobre la verdad y, espero, la justicia. Ahora, la verdad sobre Robert está siendo evitada y la justicia no está siendo servida”, declaró Wharton en una entrevista con NBC News.
La defensa de Roberson sostiene que Nikki sufría una neumonía no diagnosticada y que se le administraron medicamentos inapropiados que contribuyeron a su muerte. A pesar de los esfuerzos por detener la ejecución, los tribunales rechazaron repetidamente las apelaciones. El año pasado, el Tribunal de Apelaciones Penales de Texas denegó su solicitud de un nuevo juicio.
Roberson, quien pasó casi dos décadas en el corredor de la muerte, dice que encontró consuelo en la oración y el perdón. Mientras espera una decisión sobre su indulto, sus días están marcados por una única esperanza: “Rezo para que me dejen ir a casa”, expresa.
LA NACION
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