Son expertos en comportamiento y dicen cómo es el pasajero según el momento en que reclina el asiento en el avión
Dos especialistas en etiqueta aseguraron que hay un código de viaje para evitar molestar a otros viajeros en sus lugares
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La mayoría de los aviones tiene asientos reclinables para hacer de un vuelo una experiencia más cómoda para los pasajeros. Sin embargo, también parece haber un debate sobre si se debe o no usar esta función. Para dar una mayor claridad, expertos en etiqueta compartieron sus opiniones y aseguraron que el momento en el que se recline el lugar dirá mucho sobre la personalidad de cada individuo.
Los expertos en conducta Judi James y William Hanson expusieron que hay un instante ideal para inclinar el asiento. Pensar en la persona de atrás dará la pauta y convertirá la decisión en un acto de cortesía, declararon para el diario británico The Sun.
“Es culpa del diseñador porque hizo que los asientos se reclinen, lo cual parece dar permiso a la aerolínea para que los pasajeros lo hagan. Inmediatamente salimos de la etiqueta y asumimos que es nuestro derecho, porque es lo que hace el asiento. Nos dan una carta abierta para ser groseros”, declaró James. Con eso en mente, los especialistas dividieron en dos tipos a las personas durante un vuelo:
- Los que reclinan antes de la comida
Se trata de los que no esperan a que se sirvan los alimentos, ya que no les interesa que alguien detrás de ellos quiera desplegar la mesa para comer. “Tienen que ser personas que puedan desconectarse mentalmente y no tener empatía. Su táctica es ocupar la mayor cantidad de espacio posible porque tienen la ventaja. Cualquier espacio a reclamar debe ser renegociado lejos de ellos”, dijo James.
Desde su perspectiva, esta clase de pasajeros tiene una personalidad egoísta y se siente superior a los demás: “No hay sentido de negociación, piensan ‘lo gané, tienes que recuperarlo’. Si alguien quiere reclamar ese espacio, tiene que discutir con ellos o hacer que la tripulación de cabina les diga que se muevan y se sentirán muy reivindicados por esto”.
- Los que se reclinan después de la comida
Por su parte, Hanson opinó que la segunda clasificación es la gente empática. En su visión, quienes reclinan el asiento después de la comida son los mejores viajeros, dado que saben que si lo hacen antes podrían molestar a quien vaya a degustar sus alimentos: “Siempre debe ser después de que se hayan retirado las bandejas”.
Además, dio algunas recomendaciones sobre lo que hay qué hacer en caso de que se desee usar la función desde antes: “Los asientos reclinables son parte integral de viajar en un avión, así que si no te gusta, entonces no vueles, toma un bote, maneja o toma clase ejecutiva. Si alguien no se siente particularmente cómodo, entonces reserve un asiento justo en la parte trasera de la cabina donde no molestará a nadie”.
Asimismo, exhortó a la gente a siempre consultar con el pasajero de atrás. “Ten la confianza de preguntar. Incluso si es un poco molesto, el hecho de que hayas preguntado significa que es probable que la otra persona diga que está bien... Incluso si están furiosos por dentro”, concluyó.
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