Senadores de Estados Unidos piden investigar a TikTok por presunto espionaje chino: “Es una preocupación real”

Mark Warner, senador de Virginia, ha puesto los reflectores sobre las condiciones de privacidad de TikTok. “Es una preocupación real cuando las principales aplicaciones de comunicaciones están sujetas a solicitudes de gobiernos autoritarios”, escribió en Twitter para recomendar un artículo de Forbes que explica su petición de investigación.

Warner, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, y el vicepresidente Marco Rubio desconfían de los informes de los encargados de la aplicación que aseguran la protección de los datos y, desde su posición, solicitaron el inicio de una investigación que determine si la empresa base de TikTok, llamada ByteDance, engañó a los legisladores sobre el destino de la información de los usuarios, supuestamente protegida para evitar que lleguen a manos del gobierno chino.

La solicitud ocurre tras la publicación de un trabajo de investigación de Buzzfeed News que muestra, a partir de la filtración de 80 audios de comunicación interna del corporativo, la vulneración de los datos, el libre acceso y la transferencia a funcionarios de Beijing. De acuerdo con dicho medio, los audios “contienen declaraciones de nueve empleados diferentes de TikTok que indican que ingenieros en China han tenido acceso a datos estadounidenses entre septiembre de 2021 y enero de 2022, por lo menos”. Pese a que un ejecutivo de la aplicación juró frente al Senado de los Estados Unidos el año pasado que únicamente un equipo de seguridad establecido en territorio estadounidense tiene las facultades para determinar quién puede utilizarlos.

“Si bien TikTok ha sugerido que migrar al almacenamiento basado en EE.UU. desde un proveedor de servicios en la nube de EE.UU. alivia cualquier riesgo de acceso no autorizado. Estas últimas revelaciones generan preocupaciones sobre la confiabilidad de las representaciones de TikTok”, apuntaron Warner y Rubio en la solicitud. Los miembros del comité también hacen énfasis en las recientes actualizaciones de la aplicación que solicitan datos biométricos como registros de voz y faciales con todas las implicaciones que representan si están en manos de agencias de seguridad en China.

En agosto de 2020, Donald Trump, como presidente de los Estados Unidos, señaló a TikTok como un arma de espionaje chino, prohibió su uso en el país y amenazó al dueño para que la vendiera. Desde su gobierno creían que la aplicación era utilizada para distribuir propaganda, especialmente del Partido Comunista, y vigilar a los estadounidenses.

La medida fue revocada por Joe Biden el año pasado, aunque ya había enfrentado importantes desafíos legales para su puesta en marcha. Pero, en un comunicado emitido por la Casa Blanca, el presidente insistió en la necesidad de una investigación que garantice que las aplicaciones de origen chino no representan una amenaza para la seguridad nacional, especialmente las que “son propiedad, están controladas o gestionadas por personas que apoyan a un adversario militar extranjero o actividades de inteligencia, están implicadas en actividades cibernéticas maliciosas, o almacenan datos personales sensibles”.

Desde el principio, los ejecutivos de la plataforma han defendido que la única finalidad de TikTok es ser “hogar de creadores y artistas para que expresen sus ideas y se conecten con gente de diferentes orígenes”, como dijo Vanessa Pappas, gerente general en Estados Unidos, en respuesta a los señalamientos de Trump.

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