Se había comprado hasta el vestido para su graduación, pero los rusos frustraron su sueño

La historia de Anna Episheva es solo una de las miles que han recorrido el mundo desde que inició la invasión rusa a Ucrania: la joven se perdió uno de los días más importantes de su vida porque su escuela y su ciudad estaban en ruinas. Oleksandra Matviichuk, directora del Centro para las Libertades Civiles de Ucrania, compartió a través de redes sociales lo que le sucedió a Anna, quien es su sobrina, una joven que había esperado con ansias el día de su graduación este año, pero sus planes y los de sus compañeros se vieron mermados por el conflicto bélico.

Ella y sus amigas ansiaban el gran día: tenían listos sus vestidos soñados y hasta un vals de graduación. No se imaginaron que el término de su vida estudiantil sería entre los escombros. La devastación llegó con el sonido de los bombardeos, mientras la gente gritaba: las tropas rusas habían destruido todo lo que encontraban a su paso, incluido su colegio en Kharkiv.

Luego de los ataques, los alumnos de Ucrania se vieron en la necesidad de estudiar en línea, ya que todos los centros educativos fueron cerrados por seguridad ante la guerra. Además, gran parte de las escuelas sufrieron los impactos y se redujeron a las ruinas. Esto no fue impedimento para que Anna y sus compañeros realizaran una ceremonia por el fin de curso, aunque sin duda no fue lo que habían soñado al principio.

“Anna Episheva: mi sobrina debía graduarse este año en su instituto. Ella y sus amigas se compraron vestidos y estaban deseando que llegara ese día. Entonces llegaron los rusos. Su escuela fue atacada directamente y destruida. Hoy ha vuelto a lo que queda de su escuela y a sus planes”, escribió Matviichuk en su cuenta de Twitter.

Matviichuk también compartió un video en el que se observa a algunos estudiantes bailar el vals escolar en presencia de todos los padres de familia, pero en medio de un colegio en ruinas. También estaban acompañados por un convoy de militares ucranianos. Aunque se desconoce si se trata del mismo centro educativo en el que estudiaba su sobrina.

“10 graduados de la escuela N134 de Kharkiv, destruida por los rusos a finales de febrero de 2022, bailaron un vals escolar de despedida entre las ruinas de su antigua escuela. Se puede ver a sus padres, que también acudieron a este emotivo día de graduación”, escribió la directora del Centro para las Libertades Civiles de Ucrania.

Anna no es la única: un ciclista pedaleó entre bombardeos

Desde que comenzó la invasión ordenada por Vladimir Putin, millones de personas han huido de las tierras ucranianas para ponerse a salvo; muchos no lo han logrado, y otros han atravesado temibles obstáculos para escapar. Este es el caso de Arif Bagirov, un ciclista que pedaleó durante siete horas mientras esquivaba los bombardeos en su ciudad. Aunque sus piernas se cansaron, siguió adelante por alrededor de 70 kilómetros, desde su ciudad natal sitiada, Severodonetsk, hasta Bakhmut, a donde llegó ileso. Arif arriesgó su vida para salvarse y lo logró.

Es así que los ucranianos se las han tenido que ingeniar para poder salir con vida del país que los vio crecer. Entre lágrimas, millones de civiles han huido a las naciones vecinas en busca de refugio, para empezar desde cero. Anna y Arif son un pequeño ejemplo de lo que se vive desde que se ordenó la “operación militar” en Ucrania, historias de personas comunes para las que todo cambió de la noche a la mañana.

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