Salió a pescar en Carolina del Norte y se encontró con algo completamente inesperado

Un hombre de Carolina del Norte no deja de presumir su más reciente trofeo. El 21 de abril, pescaba cerca de Morehead City, en Carolina del Norte, EE.UU., con sus amigos, cuando encontró un ejemplar inesperado; pesaba casi 12 kilogramos y fue identificado como de la especie Taractichthys longipinnis.

Jeremiah Elliott, de Greenville, se sorprendió. De acuerdo con la División de Pesca Marina de Carolina del Norte no hay un récord estatal, pero el que consiguió Elliott superó el mundial, que era de nueve kilogramos por un pez capturado en Florida, en 2004. Para poder atraer a su presa usó calamar, con una caña RJ Boyle Swordfish, según consignó Fox. Si bien su récord estatal ya fue certificado, ahora solicitará la marca mundial.

El ejemplar medía un total de 90,17 centímetros y tenía una circunferencia de 78 centímetros. Para Elliott, la pesca es una gran afición y dedica gran parte de sus días a esta actividad. Según declaró a McClatchy News, sintió un tirón más fuerte de lo que esperaba, por lo cual junto con sus amigos tiraron del carrete y se sorprendieron con lo que habían pescado: una enorme criatura apareció al otro extremo de la caña.

Al principio, ninguno sabía qué era lo que habían capturado. Según Elliott, se acercaron a la orilla y comenzaron a investigar la clasificación. “El antiguo récord mundial era de nueve kilos y supusimos que el nuestro superaba esa cifra”. Con una báscula de mano en la embarcación, el grupo determinó que habían conseguido batir la marca. Luego de llegar a la orilla, llevaron el ejemplar a una estación para tener el número oficial.

Sobre el destino final que tuvo su trofeo de pesca, Elliott afirmó: “Ah, sí. Nos lo quedamos y nos lo comimos. Estaba muy bueno”.

Este tipo de peces (bigscale pomfret) son las especies de mayor tamaño de la familia Bramidae. Suelen habitar en el océano Atlántico y se caracterizan por su aleta dorsal única y su cola.

Otro sorprendente hallazgo en Estados Unidos

A principios de abril, un hombre que pescaba langostas en Maine se sorprendió al encontrar entre sus redes un peculiar objeto metálico que medía aproximadamente 1,5 metros. Una vez que lo subió a su bote, descubrió que era un cohete militar.

El pescador contactó a las autoridades un día después y el artefacto tuvo que ser analizado con rayos X. Como no lograron precisar si contenía material explosivo, decidieron detonarlo de manera segura en un ambiente controlado.

En un comunicado, los agentes estatales detallaron que los miembros de la Armada de Estados Unidos los habían apoyado para hacerle una contracarga al misil. Además, agradecieron a los miembros del South Thomaston Fire Department, quienes proporcionaron los recursos para que esta eliminación fuera un éxito.

Por su parte, un marinero compartió en su cuenta de Facebook el momento preciso de la explosión: “Aquí, algo que no se ve todos los días. No creo que nadie espere sacar un misil o cohete del agua”.

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