Reveló sin tapujos su venganza con los pasajeros que reclinan sus asientos y algunos la condenaron

Si bien viajar es una actividad que muchos disfrutan, para algunas personas es el momento perfecto para tomar represalias. Recientemente, una joven reveló su actitud cada vez que vuela y nota que el pasajero delante de ella reclina su asiento. El comportamiento generó tal debate en una emisora de radio, que algunos apoyaron la conducta, pero otros le dieron la espalda por completo.

Hace poco, The Daily Mail publicó un reportaje que unos presentadores de una emisora de radio australiana le hicieron a una viajera frecuente, quien explicó la manera en que lidiaba con los pasajeros “desconsiderados” que se sentaban en el asiento que estaba delante de ella y reclinaban todo el respaldo hacia atrás. “Tienes las salidas de aire en la parte superior, así que puedes girarlas. Lo hago y las posiciono justo en su cara y las pongo a su máxima capacidad”, expresó la mujer.

Los conductores no podían creer la revelación de la joven y, mientras que uno se emocionó con la idea, otra presentadora la rechazó en su totalidad y manifestó que “había ido más allá” de lo debido. Sin embargo, la conducta de esta persona no impresionó a todos.

Mientras que algunos opinaron que reclinar todo el asiento era una verdadera falta de respeto y transgredía las reglas tácitas del buen comportamiento de los pasajeros, otros consideraron que al pagar por el boleto podían hacer lo que desearan dentro del avión, incluyendo el uso de la totalidad de las funciones de los asientos.

De esa manera, algunos criticaron la conducta y expresaron que era inconcebible hacer todo el viaje con el respaldo de la silla en posición vertical. Por otra parte, a algunos les pareció fabulosa la idea de los ductos de aire acondicionado, pero no para posicionar para otros, sino para ellos mismos y mencionaron que les gustaría “un adicional” del mismo.

El debate continuó en el programa de radio, según consignó el medio inglés, y los partidarios de reclinar el asiento continuaron con las opiniones. Algunos sostuvieron que inclinar la silla era lo primero que hacían en cuanto despegaba el avión, muchas veces sin considerar que esto solo puede hacerse una vez que la nave alcanza la altura deseada y los anuncios que señalan que debe mantenerse puesto el cinturón de seguridad se apagan.

Sin embargo, otros dejaron de lado “la venganza” de la viajera frecuente y tocaron un tema que es común desde hace varios años en el mundo de la aviación: el espacio en el asiento. No es un secreto que cada vez tienen menores dimensiones, lo que afecta al espacio donde los pasajeros pueden situar las piernas, de forma tal que el vuelo se convierte en una verdadera pesadilla y reclinar el respaldo se convierte en la única “vía de escape” para tratar de ganar un poco más de lugar durante las numerosas horas que dure el trayecto.

Por último, algunos dejaron de lado el asunto de la movilidad del asiento y se refirieron a la educación de los pasajeros y destacaron que cada vez las personas eran más agresivas y desconsideradas, lo que hacía del vuelo una completa pesadilla hasta para pedir permiso para ir al baño.

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