Quién es Berta Soler, líder de las “Damas de Blanco” detenida por el régimen comunista en Cuba

Tras su reciente detención en La Habana, Berta Soler volvió a ser noticia. La líder del grupo opositor cubano Damas de Blanco fue apresada cuando salía de la sede de la organización, situada en el barrio de Lawton. Este suceso marca un nuevo capítulo en la represión ejercida por el régimen cubano contra las activistas que piden la liberación de los presos políticos.

Soler había recibido amenazas la semana anterior por parte de un conocido agente del régimen apodado “Felo”. Sin embargo, lejos de acobardarse, la activista dejó en claro en una transmisión en vivo por Facebook su determinación de seguir en las calles: “En la calle estaré y solo Dios sabe lo que pueda ocurrir. No hay pacto con el represor”, afirmó. Estas palabras reflejan su inquebrantable compromiso con la lucha por los derechos humanos en Cuba, a pesar del constante hostigamiento.

Berta Soler es una disidente cubana de 61 años, líder de Damas de Blanco desde la muerte de su fundadora, Laura Pollán. Hasta 2009, Soler trabajó como ténica en microbiología en un hospital de La Habana. Está cásada con Ángel Moya Acosta, un albañil disidente. Tienen dos hijos.

Otra vez arrestan en Cuba a miembros de Damas de Blanco

Este arresto no es un hecho aislado, ya que se trata del domingo número 97 en el que las Damas de Blanco han sido víctimas de detenciones arbitrarias. El anterior, Soler también fue detenida en circunstancias similares y trasladada a una estación policial en el municipio de Cotorro, donde permaneció por dos días. Como informaron El Mundo y EFE, durante su encierro, la activista denunció que un agente de la Seguridad del Estado la amenazó con una “detención sin regreso” si volvía a manifestarse públicamente por la excarcelación de los presos políticos.

En aquella ocasión, el mismo agente, “Felo”, les acercó una oferta a Soler y su esposo: si cesaban sus protestas, se les permitiría salir temporalmente de Cuba para visitar a su familia en Estados Unidos, con la promesa de poder regresar al país. Sin embargo, Soler rechazó de plano la propuesta y aseguró que no entraría en ningún tipo de negociación con el régimen. “Yo no soy persona que entre en arreglos con la Seguridad del Estado”, destacó la activista.

Una lucha que no cesa en Cuba

Las Damas de Blanco, surgieron en 2003 en respuesta a las duras condenas impuestas a 75 disidentes y periodistas independientes durante la llamada “primavera negra”, fueron objeto de una represión implacable. Estas mujeres, entre las que se cuentan esposas, madres y familiares de los presos políticos, hicieron de las marchas dominicales una de sus principales formas de protesta. Vestidas de blanco como símbolo de paz, acuden a misa y luego realizan sus manifestaciones en las calles de La Habana.

En los últimos tiempos, la represión se recrudeció, tal como lo afirmó Berta Soler en una entrevista con la agencia EFE en junio pasado. Desde enero de 2022, las integrantes del colectivo fueron detenidas prácticamente todos los domingos en diversas provincias de Cuba, incluyendo Matanzas, Holguín y Villa Clara, cuando intentaban asistir a misa. Esta escalada de persecución se enmarca en un contexto de represión generalizada. Sobre todo, contra aquellos que participaron en las protestas masivas del 11 de julio de 2021.

Un símbolo de resistencia

A lo largo de los años, las Damas de Blanco recibieron numerosos reconocimientos internacionales por su valentía y resistencia pacífica. En 2005, el Parlamento Europeo les otorgó el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, donde se destacó su rol como defensoras de los derechos humanos en un contexto de brutal represión. Este premio fue un reconocimiento a su lucha y un llamado de atención a la comunidad internacional sobre la grave situación en Cuba.

Sin embargo, a pesar de los apoyos y la visibilidad que lograron en el exterior, la represión dentro de la isla nunca cesó. De todas formas, aunque Berta Soler y sus compañeras son hostigadas por el régimen, ellas no muestran signos de rendirse. Su coraje, demostrado en cada una de sus declaraciones y acciones, la convierte en un símbolo de la resistencia cubana contra un sistema opresivo que busca silenciar a quienes alzan la voz en nombre de la libertad.

Su reciente detención es solo un episodio más en una larga historia de persecución. Su compromiso con la lucha por los derechos humanos en Cuba la llevó a rechazar cualquier tipo de pacto con las autoridades, incluso cuando su propia seguridad está en juego.

Las Damas de Blanco seguirán marchando, y Soler, como su líder, permanecerá en pie de lucha, enfrentando la represión con la misma firmeza que ha caracterizado su activismo a lo largo de los años.

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