Presionado por su tropa, Joe Biden anunció medidas para proteger el acceso al aborto y lanzó durísimos ataques contra la Corte Suprema

WASHINGTON.- Bajo enorme presión de su propia tropa, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó un decreto con medidas para proteger el acceso al aborto y lanzó durísimos ataques contra la Corte Suprema de Justicia, a la que acusó de desproteger a las mujeres, actuar “fuera de control”, y dejar de lado la constitución para llevar adelante “un ejercicio de poder político puro”.

Biden ofreció en un áspero discurso en la Casa Blanca, su ofensiva más frontal contra el máximo tribunal del país luego de un hilo de sentencias, entre las que sobresalió la decisión de revocar la protección constitucional que tenía el derecho al aborto, que marcaron un profundo giro conservador en la jurisprudencia de la Corte. Más de una docena de estados republicanos han implementado ya leyes para prohibir o restringir el aborto, y la oposición busca imponer una prohibición federal en el Congreso, en juego en las próximas elecciones legislativas.

“Lo que estamos presenciando no fue un fallo constitucional, fue un ejercicio de poder político puro”, dijo Biden sobre el fallo del aborto, al inicio de su mensaje. “No podemos permitir que una Corte Suprema fuera de control, trabajando en conjunto con elementos extremistas del partido republicano, nos quite las libertades y nuestra autonomía personal”, lanzó.

El mensaje de Biden llegó luego de varios fallos de la Corte Suprema de Justicia que consagraron una restauración conservadora que se forjó con paciencia durante décadas, y se arraigó en un giro sísmico en la filosofía con la cual la Corte, ahora con una mayoría de seis jueces nombrados por presidentes republicanos, tres de ellos por Donald Trump, tuerce el rumbo en la vida y el día a día de los norteamericanos.

Además de revocar la protección constitucional al aborto, la Corte dictó otros fallos que reforzaron las garantías a la portación de armas, debilitaron el derecho al voto, la capacidad del gobierno federal para regular negocios y combatir el cambio climático, o desdibujaron la frontera entre la religión y el estado, sentencias que arraigaron el nuevo perfil del tribunal, y, para una mayoría del país, retrocedieron los relojes. Los republicanos, la derecha, y los evangélicos respaldaron las decisiones del tribunal.

Las nuevas medidas

El decreto que firmó Biden le ordena a la Secretaría de Salud a que evalúe medidas y presente un informe en 30 días para asegurar el acceso al aborto con píldoras –el método más utilizado en el país– y proteger el acceso a métodos anticonceptivos, incluida la llamada “píldora del día después”.

A tono con las peleas legales que vienen, Biden le ordenó al fiscal general, Merrick Garland, que reúna una fuerza de abogados voluntarios para defender pacientes, médicos y clínicas en todo el país que busquen ofrecer abortos legalmente. El mandatario se mostró particularmente consternado por el caso de una niña de 10 años, en Ohio, que fue violada, quedó embarazada y debió viajar a Indiana para poder acceder a un aborto. En Ohio el aborto quedó prohibido luego de las seis semanas de gestación.

“Diez años de edad. ¡Diez años de edad! Violada, embarazada de seis semanas, ya traumatizada, fue obligada a viajar a otro estado”, dijo Biden. “Imaginen ser una niña pequeña, solo imaginen ser una niña pequeña. … Una niña de 10 años no debería ser obligada a dar a luz al hijo de un violador”, afirmó el mandatario.

El discurso y el decreto de Biden llegaron dos semanas después de que se conoció el fallo de la Corte Suprema, que había sido anticipado a principios de mayo cuando el sitio Politico filtró un borrador de la sentencia. La Casa Blanca se encontraba bajo una fuerte presión de la base demócrata. Activistas a favor de los derechos reproductivos, líderes progresistas en el Congreso como la senadora Elizabeth Warren o la congresista Alexandria Ocasio-Cortez y otras figuras y estrategas partidarios habían expresado abiertamente su frustración con el gobierno de Biden por lo que consideraban era una respuesta demasiado tenue ante una crisis mayúscula.

Una fracción del partido quiere que Biden expanda el máximo tribunal, una movida radical que por ahora la Casa Blanca ha rechazado.

Las elecciones de noviembre

Biden reiteró en su mensaje el mismo pedido que ha hecho desde que se conoció la sentencia: votar. En noviembre, los norteamericanos votarán para renovar una parte del Senado y la Cámara de Representantes, y los demócratas se encaminan casi con certeza a perder el control del Congreso. Biden insistió en que la mejor forma de recuperar el derecho al aborto es conseguir que los demócratas obtengan una mayoría más holgada en la Cámara alta, y retengan la Cámara baja para convertir en ley el fallo que fue revocado por la Corte.

“Es mi esperanza y mi sólida creencia que las mujeres se presentarán en números nunca vistos para reclamar el derecho que fue tomado por la Corte. Ojalá no hubiera llegado a esto, pero es el camino más rápido”, dijo Biden.

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