Powell dijo que bajar la inflación generará “dolor”, pero ratificó la ofensiva para controlarla
En uno de sus discursos más esperados, dijo que “restaurar la estabilidad de precios llevará algún tiempo”, y agregó que la historia ha demostrado que aflojar la política prematuramente es un error
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WASHINGTON.- Sin dejar lugar a dobles lecturas, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, reiteró su férreo compromiso con el combate frontal a la inflación y el ajuste en Estados Unidos al señalar que su ofensiva para estabilizar la economía generará “dolor”, pero el fracaso en controlar el alza del costo de vida, que tocó un pico para los últimos 40 años, generará “un dolor mucho mayor”.
En uno de sus discursos más esperados, Powell brindó su panorama sobre la economía de Estados Unidos y la estrategia de la Reserva Federal para bajar la inflación durante la reunión de Jackson Hole, en Wyoming, un encuentro de inversores, banqueros, burócratas internacionales, analistas y académicos que este año cobró una enorme notoriedad ante el momento sensible que atraviesa la primera economía mundial.
Decidido a sostener su ofensiva contra la inflación, Powell dijo que la estabilidad de precios es “la base” de la economía, y citó en su discurso a Paul Volcker, quien a principios de los 80 desplegó una brutal suba de tasas que hundió a la economía en una recesión y terminó por llevar a la derrota a Jimmy Carter contra Ronald Reagan, pero logró finalmente atenazar el último pico inflacionario que sufrió el país.
Powell indicó que, ahora, también, bajar la inflación tendrá un costo, pero se comprometió a mantener el rumbo “hasta que el trabajo esté terminado”.
“Restaurar la estabilidad de precios llevará algún tiempo”, dijo, al inicio de su breve mensaje, que duró alrededor de diez minutos. “Es probable que la reducción de la inflación requiera un período sostenido de crecimiento por debajo de la tendencia. Además, es muy probable que se suavicen las condiciones del mercado laboral. Mientras que una mayor tasa de interés, un crecimiento más lento y unas condiciones del mercado laboral más blandas reducirán la inflación, traerán algo de dolor a los hogares y las empresas. Estos son los costos desafortunados de reducir la inflación, pero el fracaso en restaurar la estabilidad de precios significará un dolor mucho mayor”, ahondó.
Powell le dio la bienvenida al respiro que dio la inflación en julio, cuando el índice arrojó una suba mensual de 0%, pero de todos modos dejó claras señales de que el ajuste continuará: dijo que es probable que sea necesario “mantener una política restrictiva por algún tiempo”, y que el archivo aconsejaba en contra de “relajar la política prematuramente”, dos indicios nítidos de que la postura de “halcón” que ha adoptado la Fed este año persistirá.
“Debemos seguir hasta que el trabajo esté terminado”, dijo Powell al cerrar su mensaje. “Estamos tomando medidas contundentes y rápidas para moderar la demanda para que se alinee mejor con la oferta y para mantener ancladas las expectativas de inflación. Continuaremos haciéndolo hasta que estemos seguros de que el trabajo está hecho”, cerró.
El discurso de Powell fue seguido con muchísima atención por los mercados, atentos a cualquier señal que sugiriera un cambio de rumbo en la política monetaria de Estados Unidos. No llegó. El mensaje que dejó Powell, y que luego reforzaron otros miembros de la Fed, es que el banco central norteamericano hará lo que haga falta para controlar los precios, a pesar de que la economía cayó en recesión técnica en el primer semestre de este año, y la mayoría de los pronósticos auguran un 2023 aún menos auspicioso.
Señales mixtas
Powell dijo que las señales que ha arrojado la economía son “mixtas”. Por un lado, el producto bruto interno, la medida más amplia de la actividad económica de un país, cayó en los dos primeros trimestres del año, una definición técnica de recesión. Pero el consumo y la inversión se mantienen por el momento firmes, y el empleo continúa creciendo. El optimismo de los consumidores repuntó en las últimas semanas luego de que bajó el precio de los combustibles y la inflación dio un respiro en julio, una tendencia que analistas esperan se mantenga para agosto.
Con todo, la inflación se mantiene en un pico para los últimos 40 años arriba del 8%, y la fuerte suba en la tasa de interés que ha orquestado la Fed para bajar a su meta del 2% anual generará un ineludible freno en la economía. El interrogante es si la Fed logrará que la economía haga un “aterrizaje suave”, o si terminará en una recesión.
Powell se mostró decidido a mantener su cruzada aun a costa de sufrir una eventual recesión.
“La desinflación exitosa de Volcker a principios de la década de 1980 siguió a múltiples intentos fallidos de reducir la inflación durante los 15 años anteriores”, afirmó Powell. “En última instancia, se necesitó un largo período de política monetaria muy restrictiva para frenar la alta inflación e iniciar el proceso de reducción de la inflación a los niveles bajos y estables que fueron la norma hasta la primavera del año pasado. Nuestro objetivo es evitar ese resultado actuando con determinación ahora”, indicó.
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