Por qué las esposas de los jugadores de Dinamarca tienen prohibido viajar al Mundial de Qatar

Dinamarca debutará en Qatar el próximo 22 de noviembre para enfrentar a Túnez, pero los familiares de los jugadores no estarán en el estadio y tendrán que conformarse con ver el partido por televisión. Esta es una de las selecciones que se ha expresado abiertamente en contra de las violaciones a derechos humanos que tienen lugar en Qatar, especialmente las que ocurrieron durante la construcción de los estadios con la muerte de miles de trabajadores.

Hace unos días, este seleccionado fue noticia porque las tres camisetas que vestirá tienen el escudo y la marca difuminados en forma de protesta.

En respuesta a la manifestación danesa en conjunto con la marca Hummel, el Comité Supremo qatarí emitió un comunicado para aclarar que han trabajado para que el torneo deje un legado social en temas de derechos laborales y mejoras en las condiciones de vida de los empleados. Además, lanzaron un mensaje: “Los países deben hacer siempre más para proteger los derechos de las personas en todo el mundo, también en Dinamarca”.

Pero la protesta de la selección de Dinamarca no se limitará a las camisetas. La federación tomó una importante decisión, que rompe con una costumbre que comparten todas las selecciones, para reducir la presencia de su delegación en el territorio árabe: ni las esposas ni las novias de los futbolistas harán el viaje. “No queremos contribuir a generar ganancias para Qatar. Por lo tanto, hemos reducido al máximo nuestras actividades de viaje”, declaró Jakob Hoyer, gerente de comunicaciones de la Unión Danesa de Fútbol (DBU), al diario Ekstra Bladet.

De acuerdo con medios locales, la medida no solo aplica para las familias de los jugadores, tampoco los funcionarios de la federación tendrán vía libre para viajar y hacer presencia en los estadios qataríes. Su selección solo estará acompañada por máximo dos representantes en cada partido. Además de Túnez, Dinamarca enfrentará a Francia y Australia en la fase de grupos.

Qatar ha estado bajo el ojo de organizaciones internacionales en defensa de los derechos humanos a lo largo de la organización del que llaman “Mundial de la vergüenza”. Apenas en mayo, Human Rights Watch aseguró que cientos de miles de trabajadores, principalmente migrantes, y sus familias no han recibido una reparación económica por los abusos sufridos durante la construcción de los estadios que albergarán la Copa del Mundo. Tampoco han indemnizado a las víctimas indirectas de los fallecimientos durante los trabajos.

Esta organización, junto a Amnistía Internacional, FairSquare y varias más comprometidas con esta causa exigieron a la FIFA y a Qatar hacerse cargo de las violaciones cometidas contra los trabajadores. Miles de ellos, además de haber sido contratados en condiciones irregulares y precarias, murieron o sufrieron lesiones durante largas jornadas de trabajo forzoso y fueron víctimas de robo de salario.

Otras de las grandes preocupaciones que rodean al Mundial de Qatar están en las medidas discriminatorias y estigmatizantes contra personas que se identifican como LGBT, las restricciones a la libertad de expresión y las políticas que permiten la constante violencia contra las mujeres.

“La FIFA no impuso condiciones de derechos laborales ni llevó a cabo una diligencia debida efectiva en materia de derechos humanos”, señala Human Rights Watch. La organización ha pedido que jugadores, afición y patrocinadores alcen la voz en favor de los trabajadores afectados.

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