“Plan gasolina”: Joe Biden libera más petróleo de las reservas para evitar aumentos de precios en los surtidores
Cuando faltan tres semanas para las elecciones legislativas, el mandatario anunció que venderá otros 15 millones de barriles de las reservas estratégicas del gobierno federal
WASHINGTON.- Cuando faltan tres semanas para las elecciones legislativas y con la inflación como el principal problema en la mente de los norteamericanos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, volvió a echar mano a la receta a la que ha recurrido su gobierno para deprimir el precio de la nafta: su administración liberará otros 15 millones de barriles de petróleo de las reservas estratégicas para evitar aumentos en las estaciones de servicio.
“Las familias están sufriendo. Me lo han oído decir antes, pero lo entiendo”, dijo Biden al anunciar la medida. “Y cuando sube el precio de la gasolina, se recortan otros gastos. Es por eso que he estado haciendo todo lo que está a mi alcance para reducir los precios de la nafta desde que la invasión de Putin a Ucrania provocó estos aumentos de precios, los precios se dispararon y sacudieron los mercados petroleros internacionales”, agregó.
El precio de la gasolina es una de las variables más críticas y sensibles en un país acostumbrado a andar sobre cuatro ruedas. La popularidad de Biden bajó a la par de la disparada de los precios en las estaciones de servicio de todo el país luego de la invasión de Rusia a Ucrania, y comenzó a recuperarse cuando los precios comenzaron a ceder durante el último verano boreal. Ahora, luego de que Irán y Arabia Saudita se alinearon con Rusia y decidieron recortar la producción mundial de petróleo, Biden envió una señal inequívoca de que hará todo lo que pueda para evitar nuevas subas que golpeen el bolsillo de los consumidores.
El anuncio llega en medio de la campaña hacia las elecciones legislativas que se realizarán el 8 de noviembre, aunque en rigor la nueva venta de las reservas de crudo forma parte de los 180 millones de barriles que Biden anunció, a principios de este año, que tomaría de las reservas para bajar los precios de los combustibles. Los republicanos rápidamente acusaron a Biden de hacer política con las reservas de petróleo del país.
“Es la reserva estratégica de petróleo. No es la reserva política de petróleo”, aguijoneó el congresista de Texas, Michael McCaul. “Está jugando a la política con este activo de la seguridad nacional que tenemos que está pensado para un tiempo de guerra cuando necesitamos la energía”, insistió.
Los republicanos además renovaron las críticas a la política energética del gobierno demócrata, al que acusaron de deprimir la producción de petróleo y forzar a Estados Unidos a ir a pedirle a la monarquía saudí que bombee más crudo para evitar disparadas en los precios. Pero la producción de petróleo de Estados Unidos crece, según ha indicado la Casa Blanca, y se encamina a marcar un nuevo récord anual el año próximo. Estados Unidos produce actualmente casi 12 millones de barriles de crudo por día, según información oficial.
“Miren, tiene sentido”, dijo Biden a los periodistas, al finalizar su discurso, cuando le preguntaron si la decisión tenía un trasfondo político. “He estado haciendo esto por, ¿cuánto tiempo ahora? No tiene motivaciones políticas para nada. Está motivado en asegurar sigo presionando en lo que he estado presionando. Y eso es asegurarse de que las empresas bombeen suficiente petróleo para que tengamos la capacidad de poder producir suficiente combustible que necesitamos aquí en casa”, remarcó.
La administración de Biden dijo que está comprometida a recomponer las reservas estratégicas, un importante activo de la seguridad nacional de Estados Unidos, para que “pueda continuar cumpliendo su propósito en el futuro”, indicó la Casa Blanca. Pero el gobierno demócrata se comprometió a recomponer esas reservas “de una manera que proteja los intereses de los contribuyentes, evite presionar al alza los precios en el corto plazo y fomente una mayor producción en este momento al brindar certeza sobre las recompras en el futuro”.
El galón de combustible –alrededor de cuatro litros– ha bajado más de un dólar desde su pico en junio último. La Casa Blanca dijo que el precio más común en el país para un galón es de US$3,39, una cifra similar al de hace un año, pero alrededor de un dólar más caro que al momento de la jura de Biden.
Los altos precios de la gasolina son un problema que el presidente estadounidense Joe Biden sigue tratando de solucionar, y los esfuerzos realizados durante casi un año han hecho poco para reducir significativamente los costos.
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