Perdió su trabajo, pero con esta estrategia logró ganar casi un millón de dólares en el casino: la historia de David Drury
Quedó desempleado, pero aprendió una técnica poco común que explora los límites de las reglas en las casas de apuestas y que lo llevó a ganar grandes sumas de dinero en el Blackjack
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En 2004, David Drury perdió su trabajo de editor de textos justo cuando su familia enfrentaba grandes desafíos económicos. Sin empleo y con un hijo en camino, necesitaba una solución rápida. Inspirado por un libro sobre un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que venció a los casinos con matemáticas, decidió aprender a contar cartas, lo que le permitió ganar más de un millón de dólares en casinos a lo largo de siete años.
Su inesperada carrera comenzó tras leer “Bringing Down the House”, un libro que detallaba cómo estudiantes del MIT usaban el conteo de cartas para obtener ventaja en el blackjack, explicó a HuffPost. Intrigado por la posibilidad, Drury comenzó a estudiar la técnica en secreto, con prácticas en su casa con gráficos y tarjetas didácticas. Poco a poco, perfeccionó su habilidad y se aventuró en los casinos locales.
Cómo ganar Blackjack en un casino
Al principio, sus victorias eran modestas, pero suficientes para devolver el dinero que le adeudaba a un amigo. Fue en una conversación con uno de ellos, que descubrió que no estaba solo en su nueva pasión. Resulta que su iglesia tenía un equipo de feligreses que contaban cartas, liderado por un hombre llamado Ben, quien estaba formando un grupo más grande para jugar en equipo.
La polémica por el conteo de cartas
El conteo de cartas no es ilegal, pero sí muy mal visto por los casinos. Así que, junto con sus compañeros, el hombre tuvo que aprender a jugar de forma discreta. Adoptaron disfraces, cambiaban de apariencia y, en ocasiones, hasta evitaban jugar juntos para no levantar sospechas. Su habilidad con los números les permitió seguir ganando, aunque enfrentaron expulsiones y situaciones incómodas. “Los casinos acabaron calificándome como el contador de cartas más famoso de Estados Unidos”, explicó David Drury.
Con el tiempo, su equipo creció y perfeccionaron sus técnicas. Las apuestas eran financiadas por inversores y los jugadores recibían un porcentaje de las ganancias, lo que le permitió a este hombre generar ingresos constantes y finalmente alcanzar la estabilidad financiera que tanto necesitaba con una cifra muy cercana al millón de dólares.
“Si jugaba bien y dedicaba el tiempo necesario, ganar era un hecho estadístico. Además, en este punto, ya no ponía mi propio dinero en juego porque nuestro equipo estaba totalmente financiado por inversores (en su mayoría, amigos y familiares de los directores del equipo) que sumaban siete cifras”, recordó en la entrevista.
La flexibilidad de esta actividad le permitió estar más presente para su familia, ya que le dedicaba horas nocturnas a los casinos y pasaba los días con sus hijos. “Finalmente, pude pagar las facturas a tiempo, podía elegir los días y las horas que trabajaba y cuántas horas le dedicaba cada mes. Tenía más tiempo para estar con mi familia y el trabajo nunca era aburrido” reflexionó.
Aunque su tiempo como contador de cartas terminó cuando el equipo se disolvió en 2011, el hombre siempre recordará esos años como una lección no solo de matemáticas, sino de resiliencia.
Después de dejar el Blackjack, David Drury volvió a dedicarse a escribir. Actualmente, también colabora con su ex mánager en un campo de entrenamiento para aspirantes a contadores de cartas los fines de semana en Las Vegas.
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