Se mudó a Manhattan a un mini departamento sin baño ni cocina por US$1100: “Te acostumbras”
Alex Verhaeg, de 24 años, representa a la nueva generación de jóvenes adultos que enfrentan la crisis de vivienda con creatividad; decidió instalarse en un particular lugar y compartió su experiencia
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LA NACION
Alex Verhaeg es un joven de 24 años que encontró una manera poco convencional de vivir en Manhattan, una de las ciudades más caras del mundo. Como muchos de su generación, la idea de independizarse lo llevó a buscar una opción asequible en una ciudad donde los costos de vida son elevados.
Su solución: un pequeño departamento de ocho metros cuadrados en el East Village, por el que pagó 1100 dólares al mes. Sin embargo, este lugar no contaba con baño privado, lo que lo obligó a compartir estas instalaciones con otros residentes del edificio.
Cuando Verhaeg se mudó a su mini departamento, apenas tenía 21 años. El espacio, de ocho metros cuadrados, es más pequeño que el promedio de un estacionamiento donde solo cabe un vehículo. Sin embargo, para él, esta era una oportunidad de ganar independencia y vivir solo en el corazón de Manhattan.
En una entrevista con CNBC Make It, el joven admitió que el tamaño lo sorprendió al principio, pero rápidamente se adaptó al entorno. “Cualquier espacio puede convertirse en un hogar, no importa lo grande o pequeño que sea. Solo hay que ponerle un poco de cariño”, explicó.
Una de las características más notables del departamento era la ausencia de baño privado. En lugar de eso, los residentes del edificio, de cinco pisos, compartían tres baños y dos duchas en cada planta. “Es como vivir en una residencia universitaria, donde compartes las comodidades con otros. Te acostumbras a ver a tus vecinos en toalla o bata de baño”, comentó.
La falta de un espacio para la higiene personal no era la única limitación: también carecía de una cocina tradicional. Para prepararse la comida, Verhaeg utilizaba una placa eléctrica que colocaba sobre una cómoda. En una esquina del departamento, tenía un pequeño lavadero con un botiquín, al que llamaba su “zona de baño”. A pesar de las limitaciones, encontró formas creativas de aprovechar al máximo su espacio diminuto, almacenando alimentos y utensilios de cocina en el limitado mobiliario disponible.
El minimalismo como estilo de vida
Vivir en un espacio tan reducido lo ha llevado a adoptar un estilo de vida minimalista. “El principal beneficio de vivir en un lugar tan pequeño es que te obliga a valorar lo que tienes y ser más consciente de tus compras. No puedes salir y comprar cosas al azar porque simplemente no hay lugar para guardarlas”, señaló.
Este enfoque también se refleja en cómo organizó su espacio. El joven de 24 años maximizó cada rincón del departamento. Utilizó un pequeño espacio tipo loft para guardar su ropa y herramientas de trabajo, ya que también es barbero, mensajero en bicicleta y creador de contenido.
La mudanza a un espacio más grande
Después de tres años de vivir en su mini departamento, Verhaeg decidió mudarse. En su entrevista con CNBC Make It, el joven reveló que cambió de hogar en 2023 para residir en un espacio con tres habitaciones en Midtown Manhattan, que comparte con dos compañeros de piso. Su parte del alquiler es de US$1300 al mes, lo que representa un aumento de apenas US$2000 respecto a su hogar anterior, pero con la ventaja de contar con más comodidades.
“Pasé de tener un espacio muy pequeño a un lugar con mucho más espacio y compañeros de cuarto. Ahora puedo cocinar más y estoy acostumbrándome a compartir nuevamente”, comentó.
Verhaeg documentó su experiencia en redes sociales, donde compartió su día a día con miles de seguidores. Su historia capturó la atención de muchos jóvenes que enfrentaron desafíos similares y generó una conversación sobre cómo la generación actual se adapta a las nuevas realidades económicas.
Tras mudarse a su nuevo departamento, compartió la noticia con sus seguidores en TikTok, donde recibió numerosos comentarios de apoyo y admiración. “Hermoso lugar. Debe parecerte una mansión, teniendo en cuenta el lugar donde estabas acostumbrado a vivir”; “Este espacio es genial” y “Es mucho más grande que tu otro sitio” fueron algunos de los comentarios.
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