La polémica ley de Nueva York que desplomó las reservas en Airbnb e hizo aumentar el precio de los hoteles
Se trata de una normativa que tiene injerencia en los inquilinos transitorios de esa ciudad estadounidense, visitada por turistas de todo el mundo; cuáles son los alcances y nuevos requisitos que impone esta legislación
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Con la vorágine que caracteriza a la ciudad cosmopolita de Nueva York, muchas legislaciones son pasadas por alto a pesar de su importancia. Este es el caso de la Ley Local 18 (LL18), también conocida como la Ley de Registro de Alquileres a Corto Plazo, que entró en vigor hace ya casi un año, en septiembre de 2023. Esta normativa fue diseñada para regular las rentas por cortos períodos de tiempo, con el objetivo de aliviar la escasez de viviendas y abordar las preocupaciones sobre el impacto de plataformas como Airbnb en el mercado inmobiliario local.
La LL18 exige que los anfitriones de alquileres a corto plazo en Nueva York se registren en la Oficina de Cumplimiento Especial del Alcalde (OSE, por sus siglas en inglés). Las plataformas de reservas como Airbnb, VRBO y Booking.com tienen prohibido procesar transacciones para alquileres que no estén registrados. Desde el 5 de septiembre de 2023, la OSE trabaja con estas plataformas para garantizar que solo se procesen transacciones verificadas.
Además, la ley establece sanciones significativas para quienes no cumplan con las nuevas regulaciones. Los propietarios que la violen podrían enfrentar multas de hasta 5000 dólares o tres veces los ingresos generados por el alquiler a corto plazo, mientras que las plataformas de reservas pueden ser multadas con hasta US$1500 por transacción no verificada, según City Realty.
Impacto en el mercado de alquileres
Desde que la ley comenzó a aplicarse, el impacto en el mercado de alquileres a corto plazo ha sido notable. Según datos de AirDNA, los listados de Airbnb para estancias de menos de 30 días se desplomaron dramáticamente, al pasar de 22246 en agosto del año pasado a solo 2646 en octubre. Aunque ha habido una recuperación parcial, los listados siguen estando un 82 % por debajo de los niveles previos a la implementación de la ley.
Por otro lado, los alquileres para estancias de más de 30 días han aumentado, lo que indica que muchos anfitriones están adaptando sus ofertas para cumplir con la nueva normativa. Sin embargo, esto también ha llevado a un aumento en las tarifas de los hoteles, ya que la oferta de alquileres a corto plazo ha disminuido considerablemente.
Críticas a esta ley local
La implementación de la LL18 no ha estado exenta de controversias. Desde Airbnb, por ejemplo, han calificado la ley como “extrema y opresiva” y la han descrito como una “prohibición de facto”. La empresa incluso presentó una demanda contra la ciudad, aunque la normativa se mantuvo en vigor. Los críticos argumentan que la misma perjudica a los propietarios que dependen de los ingresos adicionales de los alquileres a corto plazo y limita las opciones de alojamiento asequible para los visitantes de la ciudad.
Los defensores de la ley, por su parte, sostienen que es una medida necesaria para abordar la crisis de asequibilidad de la vivienda en Nueva York. Entre sus fundamentos, se destaca que los alquileres a corto plazo sacan del mercado a viviendas que de otro modo estarían disponibles para residentes permanentes, exacerbando la escasez inmobiliaria y aumentando los precios.
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