El proyecto de Nueva York para transformar el transporte escolar entra en la cuenta regresiva, pero sigue la polémica

A partir de una normativa aprobada en el año 2022, el estado de Nueva York inició un proceso de transición con el fin de que su flota de transportes escolares sea 100% libre de emisiones para 2035. Para llegar a la meta, todos los autobuses escolares adquiridos para 2027 deben ser de cero emisiones. El estado implementó un programa de financiamiento para la reconversión, pero a medida que los plazos avanzan se han generado controversias.

Llegar al año 2035 con todos los vehículos dedicados al transporte escolar (ESB) con cero emisiones fue una meta que el Estado de Nueva York discutió y aprobó en 2022 con un amplio consenso legislativo. En ese momento faltaban 12 años y frente a los estragos producidos por las emisiones en el medio ambiente ¿Quién podía negarse?

Lo cierto es que solo dos años después de la puesta en marcha del Programa de incentivos para autobuses escolares de Nueva York (NYSBIP), y a medida que en la hoja de ruta diseñada para la reconversión algunos plazos intermedios empiezan a acercarse, el consenso se ha empezado a quebrar. Específicamente los primeros en marcar reparos han sido los miembros de la Asociación de Nueva York para el Transporte Estudiantil (NYAPT por sus siglas en inglés), quienes han planteado la necesidad de repensar los plazos en función de los costos que implica para los transportistas la reconversión de sus unidades.

Quejas en Nueva York sobre el proyecto de emisión cero para el transporte escolar

En principio, la primera objeción recae sobre la obligación de que todas las compras de vehículos dedicados a transportar estudiantes a partir de 2027 deban ser de cero emisiones, ya que desde la Asociación aducen que el costo de esas unidades triplica el de las actuales con motores diésel, y que en aquellos distritos escolares más pequeños el negocio del transporte bajo las nuevas condiciones se vuelve no rentable.

En esa línea, de hecho, se expresó el director ejecutivo de la Asociación de Nueva York para el Transporte Estudiantil (NYAPT por sus siglas en inglés), David Christopher, quien en declaraciones reproducidas por Spectrum caracterizó a los plazos del Plan de emisiones cero como “muy agresivos”.

Junto a los costos de las unidades, la otra situación que señalan quienes piden rever los plazos por considerarlos poco realistas, es la necesidad de generar toda una nueva infraestructura para prestar los servicios. No se trata solo de tener unidades cero emisiones, sino de que las condiciones de la infraestructura de cada distrito escolar sean aptas para los mismos, explican.

El proceso de reconversión sigue

En ese contexto, al menos hasta ahora, la hoja de ruta del programa de reconversión sigue en marcha, y desde el estado se ha explicado que en la actualidad también son los distritos a través de la financiación estatal los que cubren una parte de los costos de compra de autobuses convencionales y una parte del combustible y otros costos operativos de transporte.

Así, según se detalla en los documentos del programa, esas fuentes de financiación también serán las que se utilizarán para cubrir una parte de las futuras compras de ESB y otros costos operativos, para lo que el estado ha previsto la opción de que los distritos celebren contratos de Servicios de Adquisición con la Oficina de Servicios Generales (OGS) del Estado, que según se precisa en la hoja de ruta, contemplan un valor aproximado de 163 millones de dólares anuales.

Finalmente, en relación a la preparación de los distritos para asumir el nuevo desafío con infraestructura adecuada, el equipo del programa de reconversión ha anunciado que está organizando una serie de seminarios web, con sesiones informativas sobre diversos temas, entre los que el próximo 25 de julio se realizará uno de Planificación del sitio para la carga de ESB, en el que se abordarán aspectos relativos a la infraestructura de carga de los autobuses escolares eléctricos (ESB), justamente, con el objetivo de que todos los distritos lleguen en condiciones de equidad en términos de conocimientos técnicos y herramientas de planificación para la eficiente carga de su flota de autobuses escolares.

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