No tenía dinero, le pidió comida a la dueña de un restaurante y su respuesta lo dejó sin palabras
A pesar de que el establecimiento todavía no estaba abierto, la encargada tomó una decisión que lo cambió todo; la actitud de la mujer se hizo viral en redes sociales
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Trabajar en la cocina de un restaurante o hacer que un emprendimiento subsista son tareas difíciles. En el primer caso, influyen muchos factores, como las altas temperaturas o el estrés por entregar todas las órdenes a tiempo. En el segundo también hay presión, dado que cada elemento en la lista de insumos se contabiliza para que el negocio no pierda su rentabilidad. Con este contexto, olvidar todo lo externo y concentrarse en la verdadera vocación por el servicio al cliente se complica todavía más.
La propietaria de un negocio de comida recibió el llamado de un joven estudiante en su entrada que le hizo un pedido muy especial: “Tengo una clase en 30 minutos y solo estaba viendo si podía comer algo… Lo que sea”, le dijo.
Según se aprecia en un video viral, que suma hasta el momento 58 millones de reproducciones, en ese instante ni siquiera estaba listo algún alimento que permitiera completar la solicitud. Vestida con un delantal, la mujer decide preparar una pechuga de pollo. Incluso no presta atención cuando el joven le revela que no tiene dinero para pagar.
Además, le cuenta un poco de su historia: “Yo estaba muy estresada porque era la única chica negra en mi departamento. Me trataban tan mal, pero lo que yo quería era aprender y pasé casi diez años allí”, le dice la mujer, que ahora es dueña de su propio negocio.
Sin borrar la sonrisa de su rostro, también le revela al estudiante que por eso trata de ayudar a las otras personas. “Estuve en una mala posición y estuve sola”. Tras escuchar un poco del camino recorrido por esta mujer, el joven le revela su verdadera ocupación. En ese instante, saca su cartera y pronuncia: “Tengo algo para ti, porque siempre fuiste tan increíble conmigo. Ten estos mil dólares”.
Desde hace un tiempo y para reconocer el esfuerzo que hace la diferencia en la vida de las personas, el influencer Zachery Dereniowski tiene la misión de darles sorpresas a algunos trabajadores. Los afortunados son aquellos que cumplen una característica: no pierden la sensibilidad ante la situación de vulnerabilidad de otras personas.
El caso de Bárbara no es un hecho aislado, sino que el influencer busca inspirar a la comunidad virtual a ser amables con los demás. En otro video reciente también contó la experiencia con Ray, propietario de una pastelería en la localidad de Essex, Canadá.
“Necesitamos aprender a amar”
Con la misma táctica que en el caso anterior, Zachery lo aborda y le pregunta por los precios de las galletas en exhibición. “Voy a ser franco, no tengo nada de dinero... ¿Puedo llevarme algo y venir más tarde a pagarte?”, le dice. Ante esto, el dueño del pequeño negocio accede y hasta le ofrece una bebida.
En lo que termina de empacar, también charla sobre su experiencia. “Recién compré este negocio y tengo que lograr que funcione. ¿Entiendes?”, pronuncia Ray, quien encontró en sus cinco hijos la necesidad de comprometerse con el trabajo. Al ver su actitud, el joven también le dio dinero. Como respuesta, el hombre le dedicó unas palabras a quien sea que viera su video después: “Necesitamos aprender a amar”, instó.
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