Quedó solo con sus hijos después de que deportaron a su pareja, pero encontró en el fútbol la clave para salir adelante

Abel Pacheco es residente de la ciudad de San Diego, en California. Vive allí hace más de 17 años y ha demostrado un compromiso con sus hijos y su comunidad. Su historia personal es difícil, pero también muestra el camino de la superación. Después de la inesperada deportación de su esposa, Adriana, que fue obligada a volver a Tijuana en México, este hombre debió asumir el rol de padre y madre a la vez.

Cuando este hecho sucedió, Alejandro, el primer hijo de la pareja, tenía tan solo tres años. Ambos decidieron que el niño se quedaría en California y en ese momento la vida de Abel dio un giro drástico. Él trabajaba todo el día en un restaurante y luego debía encargarse del pequeño. El tiempo el dinero no abundaban, pero hubo una pasión que lo ayudó a salir adelante: el futbol.

Cuando terminaba de servir la comida en el local, en vez de volver a su casa, llevaba a sus hijos a la cancha a jugar con la pelota. Con el tiempo, logró convertirse en el entrenador de su comunidad en San Diego y le enseñó a muchos jóvenes a patear y meter goles. Los padres de los pequeños futbolistas agradecen el trabajo de Abel y su compromiso y amor por el deporte.

Al ser preguntado por Telemundo sobre lo más difícil de este proceso que lleva adelante en soledad, Abel respondió: “Creo que lo más difícil fue educar a mis hijos mientras trato de pasar tiempo de calidad con ellos. Tengo que trabajar, proveerlos y además mantener las actividades con futbol”. “Cada mañana, preparo el desayuno para mis hijos y me aseguro de que tengan todo lo que necesitan”, agregó.

Para Alejandro, su hijo mayor, ha sido un modelo a seguir incomparable. “Has tenido que ser madre, padre, tía, tío, todo en uno, porque no tenemos a nadie más aquí para cuidarnos”, aseguró el joven. A pesar de los desafíos, el hombre asegura que el amor que siente por sus hijos siempre será incondicional. “Ellos saben que los amo con todo mi corazón y que siempre estaré ahí para ellos, sin importar qué pase”, indicó al medio citado.

A pesar de la distancia, Adriana y Abel siguieron juntos y tuvieron dos hijos más: un niño y una niña. El primero vive con su padre en California, mientras que la segunda se encuentra en Tijuana con ella. “Eres un excelente papá, muy atento y dedicado a nuestros hijos. Te lo agradezco de todo corazón”, le dijo la mujer a su esposo en la entrevista de Telemundo.

El caso de una joven cuyo esposo fue deportado

Uno de los miedos más grandes de los inmigrantes que viven en EE.UU. es la deportación. Para evitar ese problema, hay que asegurarse de realizar todos los trámites correspondientes y cumplir al pie de la letra con los requisitos del proceso para obtener una residencia permanente. Y es que cualquier error, por más mínimo que sea, podría significar la expulsión de ese país, tal como le sucedió a un hombre que falló en un paso clave ante el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).

Una historia similar a la de Pacheco se volvió viral en TikTok algunos meses atrás. La colombiana Geivy Santana, que vive en la localidad de Charleston, en Carolina del Sur, subió a su cuenta @geivysantana, un video en el cual contó una historia similar. La joven acompañó a su cuñado a una audiencia en la Corte de Inmigración y mientras lo esperaba, se puso a hablar con una mujer que le contó que su marido había sido deportado.

“Nos dijo que le habían matado a su esposo en su país y que entonces decidió emigrar a Estados Unidos. Poco a poco, pudo traer a sus dos hijas. Una vez en el país, consiguió una pareja. Un día, este hombre se subió un poco a una vereda con su vehículo”, relató Santana en su video. Fue entonces que los agentes policiales lo vieron, le revisaron los documentos y descubrieron que tenía una orden de deportación porque no se había presentado a su primera audiencia en la Corte, según compartió la tiktoker.

El cambio en las regularizaciones de estatus

Estas separaciones, que a veces ocurren entre ciudadanos estadounidenses que se casaron con inmigrantes indocumentados, también pasan en medio de procesos de regularización de estatus. Para cambiar esto, este martes el gobierno de Biden anunció una medida que los protege de la deportación.

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