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Miami: un exluchador de MMA se defendió con una maniobra de sumisión cuando un hombre lo quiso atacar con un cuchillo

Javier Báez enfrentó a su agresor y le dio una paliza; lo contuvo hasta que llegó la Policía: “Le puse la rodilla en la espalda”, contó

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El ataque sucedió en el estacionamiento de un complejo de departamentos en Culter Bay, Miami
El ataque sucedió en el estacionamiento de un complejo de departamentos en Culter Bay, Miami

Un caso insólito ocurrió en la ciudad de Miami, Estados Unidos, cuando un hombre intentó agredir a un exluchador de Artes Marciales Mixtas (MMA) que lo derribó y le dio una brutal paliza. El atacante lo amenazó con un cuchillo y el exprofesional lo contuvo hasta que llegó la Policía tras aplicarle una llave de sumisión.

El violento hecho sucedió el pasado miércoles 1 de noviembre a las por la madrugada en los estacionamientos de un complejo de apartamentos ubicados en la zona de Cutler Bay de la mencionada ciudad del estado de Florida.

El exluchador profesional de MMA Javier Báez, que se encontraba en el interior de su camioneta, escuchó a un hombre gritar mientras hablaba por teléfono con quien sería su mujer, dada las palabras con las que la insultaba, según contó a la cadena CBS. Tras ello, Báez recordó que el desconocido se le acercó a la ventana del vehículo con tono amenazante y un cuchillo en su mano de 35 centímetros. Allí, la reacción de la víctima fue decirle que se vaya porque iba a llamar a la Policía, pero el atacante no retrocedió en su accionar.

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Fue ahí, que el exluchador decidió salir de la camioneta y encararlo de frente para evitar que el agresor dañara su vehículo. “Se enojó mucho”, compartió Báez en diálogo con CBS. “Agarró un cuchillo y vino corriendo hacia mí”, señaló.

Tal y como se ve las imágenes que quedaron registradas en una cámara de seguridad del estacionamiento, el atacante intentó herir a Báez con el cuchillo, pero este se defendió, lo tomó del brazo y lo estrelló contra el suelo.

“Me salió una segunda naturaleza”, dijo y agregó: “Cuando practicás todos los días, no pensás en eso. Puse su estómago en el suelo, le puse la rodilla en la espalda y llamé a la Policía”.

Hasta que llegaron los oficiales, el luchador reconoció que estuvo “tranquilo” durante la maniobra de sumisión. “Mantuve el equilibrio, mantuve la compostura”, contó. Sin embargo, reconoció que no debió exponerse a esa situación y sugirió a quienes les ocurra algo similar que se queden en el auto, llamen a la Policía o se alejen de la situación.

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