La historia detrás del ataque que dejó más de 60 soldados rusos muertos en Ucrania
Se trata del mayor número de bajas en un solo ataque desde el comienzo del conflicto entre Rusia y Ucrania; exigen que se penalice a los altos mandos en combate que no supieron prever el embate
Rusia reconoció el mayor número de bajas en un solo ataque en Ucrania tras un bombardeo en Makéyevka, en el este del país, que dejó al menos 63 soldados muertos.
A continuación lo que se sabe hasta el momento de este bombardeo reivindicado por el ejército ucraniano.
¿Qué ocurrió en Makéyevka?
El lunes en las primeras horas de la tarde, el ministerio ruso de Defensa emitió un inusual anuncio en el que informó que 63 de sus soldados murieron en un bombardeo en el que se utilizó un sistema lanzamisiles HIMARS, un arma entregada por Estados Unidos a Ucrania, que permite ataques de largo alcance.
El bombardeo se produjo en la localidad de Makéyevka, en un territorio ocupado desde larga data por Moscú, al este de Donetsk, uno de los bastiones que controlan los separatistas prorrusos que luchan contra Kiev en el conflicto que comenzó en 2014.
El portavoz del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, que no precisó la fecha del ataque, informó que cuatro misiles golpearon "un centro de despliegue temporal" del ejército ruso. El funcionario indicó que otros dos cohetes fueron derribados.
El anuncio es inusual, ya que es el número de bajas más elevado en un solo ataque desde el inicio de la invasión rusa en febrero y es el primer balance de pérdidas militares hecho desde septiembre. Entonces, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu informó de 5.937 muertos en las filas rusas en varios meses de combates.
¿Qué dicen los ucranianos?
Ucrania reconoció que lanzó este ataque el 31 de diciembre, antes del Año Nuevo, pero las informaciones sobre las pérdidas rusas en Makéyevka son contradictorias.
El Departamento de Comunicaciones Estratégicas del Ejército Ucraniano informó en Telegram un balance de más de 400 muertos y 300 heridos. En tanto, el estado mayor indicó que no tiene cifras definitivas sobre el número de bajas de los rusos, pero sí informó de que hasta diez vehículos militares de todo tipo fueron destruidos.
¿Por qué tantos muertos?
El ejército ruso no explicó la razón de este balance tan elevado de bajas, pero las fuerzas ucranianas citaron que había una "zona de concentración" de soldados en Makéyevka.
El domingo, los medios rusos y ucranianos comenzaron a informar sobre este ataque, afirmando que el edificio bombardeado albergaba a conscriptos rusos. Es decir, soldados no profesionales.
Una fuente de las autoridades separatistas locales explicó a la agencia rusa TASS que este bombardeo se produjo debido a que muchos militares utilizaron sus teléfonos móviles, lo que permitió que fueran geolocalizados por los ucranianos.
"Hundreds" of Russian troops killed in Makiivka, Donetsk Oblast, in alleged HIMARS strike during Putun's New Year address - media
— Euromaidan Press (@EuromaidanPress) January 2, 2023
Read more: https://t.co/h6ceHVAi7v
📹Aftermath of the strike, via https://t.co/sTyuW9JyMk pic.twitter.com/SoR9nbt9M2
¿Cuál ha sido la reacción en Rusia?
El anuncio de estas bajas provocó conmoción en Rusia y también generó críticas contra los mandos militares, que acumulan varias derrotas humillantes en el frente ucraniano en los últimos meses.
“Pese a que han pasado varios meses de guerra, todavía no se ha llegado a algunas conclusiones”, constató el bloguero Boris Rojin, cercano al entorno de los separatistas ucranianos, quien reprochó la “incompetencia” de los altos mandos militares rusos. Por su parte, el corresponsal de guerra ruso Alexander Kots se preguntó por qué se sigue instalando a conscriptos en hoteles, albergues y escuelas.
El excomandante separatista Igor Strelkov explicó que el edificio fue destruido en su totalidad por el bombardeo, ya que había allí un depósito de municiones.
Este martes fueron organizadas ceremonias conmemorativas en la ciudad rusa de Samara y en otras localidades circundantes, de donde son originarias una parte de las víctimas.
AFP