Lo conoció por Tinder, iba a tener una cita, pero la canceló por una foto que él le mandó: “Ya tuve suficiente”

En el “amor moderno”, las personas se contactan a través de aplicaciones y, a partir de allí, si la atracción es mutua, deciden salir en una cita. Este es el caso de muchos, quienes conversan por mensajes o llamadas durante semanas hasta que deciden ir un poco más allá y verse. El caso de Susanne Norris habría transcurrido de forma normal y habría terminado en un encuentro en persona si no fuese por el detalle en una foto que la horrorizó.

Tras coincidir con una persona que la popular aplicación de citas Tinder, comenzaron a hablar como usualmente sucede y al descubrir que el gusto era mutuo, acordaron pasar un fin de semana juntos y conocerse personalmente, según consignó Daily Star.

Todo habría marchado de maravilla, pero en aras de “subir la temperatura” de las conversaciones previas a encontrarse, decidieron compartir fotos íntimas. Cuando llegó el turno del hombre, este le envió una imagen con un detalle asqueroso.

Se trataba de una foto en la que la persona parecía estar sentada en el inodoro, con la ropa interior gris alrededor de los tobillos, pero la pieza no parecía estar precisamente limpia. De hecho, una mancha aparentemente marrón llamaba la atención en toda la imagen.

Luego de notar aquel desagradable detalle, Norris canceló la cita de inmediato. “Tenía muchas esperanzas, estaba muy emocionada de verlo. Estábamos intercambiando fotos subidas de tono y me envió una de él sentado en el inodoro con la ropa interior entre las piernas y vi la ropa interior sucia”, expresó, de acuerdo con el medio inglés.

Para dar marcha atrás al encuentro, la mujer inventó excusas que sonaran creíbles con la intención de no tener que decirle la verdadera razón por la cual había cambiado de parecer tan rápidamente. Sin embargo, las prácticas de aseo personal formaron parte de la conversación.

En imágenes del chat que la mujer compartió con el diario inglés, se pudo ver parte de la discusión que sostuvieron en la que ella finalmente explicó que había visto la ropa interior sucia. “Me limpio el trasero... Pero estoy extremadamente confundido en este momento”, escribió él.

Sin titubear, Susanne planteó su descargo completo: “Sabes que tengo un hijo y obviamente no tengo que enseñarle cómo limpiarse el trasero, ya que tiene nueve años. Ya tuve suficiente de esa parte de mi vida y no tengo que enseñarle a nadie más cómo limpiarse el trasero”, respondió ella.

La conversación pudo quedar allí, aunque no fue así. El hombre le contestó que comprendía lo que ella planteaba, pero que contradictoriamente seguía confundido y manifestó que efectivamente él “sí lavaba su trasero, pero no podía evitar sudar”.

Aunque no se supo qué pudo responderle Susanne, en caso de que lo hubiese hecho, la conversación generó reacciones de los usuarios del medio inglés y algunos se tomaron la conversación con mucho humor y como una anécdota más dentro del mundo de las aplicaciones de citas, pero otros se enfocaron más en la seguridad de la mujer y cuestionaron que decidiera invitar a un hombre a pasar el fin de semana con ella cuando apenas lo había conocido.

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