Llevaba comida rápida escondida en el equipaje, un perro lo delató y lo multaron por casi 2000 dólares

Un almuerzo que estaba planeado para ser de bajo costo terminó con una multa de miles de dólares, luego de que un pasajero fuera descubierto con comida no declarada en su entrada a Australia. En un comunicado, las autoridades del país informaron que el perro de inspección llamado Zinta se aproximó a un viajero procedente de Indonesia y detectó alimentos que tras una revisión fueron retirados del equipaje en cuestión. El almuerzo que encendió las alertas estaba compuesto por dos McMuffins de huevo y salchicha de res de McDonald’s y un croissant de jamón.

En cualquier otro contexto, parecería un hallazgo rutinario, sin embargo, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, se trata de un esfuerzo por evitar que la fiebre aftosa ingrese a Australia. Hasta el momento, se encuentran libres de esta infección que se transmite principalmente por contacto con animales infectados y por la dispersión a través de los productos como carne y leche, aunque no afecta directamente a los humanos. Con ese objetivo, han incrementado las medidas de bioseguridad en los aeropuertos y hasta un almuerzo de McDonald’s es objeto de escrutinio y posterior destrucción.

Lamentablemente para el viajero, la intención de ingresarlo fue más costosa que la misma comida porque recibió una multa de 1874 dólares americanos por no declarar artículos de alto riesgo y presentar un documento engañoso al respecto. “Esta será la comida más cara que este pasajero haya tenido, esta multa es el doble del costo de un pasaje aéreo a Bali, pero no simpatizo con las personas que eligen desobedecer las estrictas medidas de bioseguridad de Australia”, dijo Murray Watt, ministro de Agricultura, Pesca y Silvicultura. Una clara muestra de que el país se toma en serio el riesgo que representa la infección para la producción ganadera.

“La bioseguridad no es una broma, ayuda a proteger empleos, nuestras granjas, la comida y apoya la economía. Los pasajeros que decidan viajar deben estar seguros de que cumplen con las condiciones para entrar a Australia siguiendo todas las precauciones de bioseguridad”, añadió. El gobierno ha invertido cerca de 14 millones de dólares en reforzar estas medidas en el ingreso a Australia, esos operativos incluyen la incorporación de perros como Zinta en los aeropuertos, encargados de la detección de alimentos en el equipaje.

De acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la fiebre aftosa afecta principalmente a países en Asia, en gran parte de África y Oriente Medio, mientras que Australia, Nueva Zelanda, Centroamérica, Norteamérica y Europa Occidental son regiones que se mantienen libres de la enfermedad.

Precisamente Indonesia enfrenta un brote de fiebre aftosa desde mayo. La infección afectó a más de 81.000 cabezas de ganado, de acuerdo con cifras del gobierno. Una parte mínima ha conseguido recuperarse y el resto ha tenido que ser sacrificado para evitar que el contagio continúe en las granjas. Las autoridades parlamentarias señalaron los graves descuidos que ocasionó la propagación de la fiebre aftosa, un hecho que no sucedía desde 1980 y que ha tenido graves consecuencias para la economía del país. De esta manera, se explica que en Australia pongan especial cuidado a lo que ingresa desde ese país del Sudeste Asiático, en este caso, el almuerzo de un pasajero que llegaba de Bali.

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