Llegó a su casa con pocas firmas en el anuario y el inesperado gesto de sus compañeros le cambió la infancia

El acoso escolar es un problema grave y recurrente en la etapa adolescente y el caso de Brody Ridder fue un claro ejemplo de lo duro que puede ser para una persona el hecho de no tener amigos. El final de curso en una escuela de Estados Unidos representa una serie de tradiciones, como la firma del anuario, pero para este joven se volvió una pesadilla, ya que nadie quiso dejarle un mensaje. Su madre no se quedó con los brazos cruzados e hizo de todo para levantarle el ánimo a su hijo.

Todo comenzó cuando Brody llegó a casa un tanto desanimado porque había conseguido únicamente cuatro firmas en su anuario: dos compañeros, un maestro y la de él mismo. El niño había sufrido bullying: había sido intimidado por algunos de sus compañeros de clase, que lo insultaban y empujaban.

Al ver la tristeza de su hijo, Cassandra Ridder quiso crear conciencia en los estudiantes y sobre todo en los padres de familia para que hablaran con sus hijos sobre el bullying y ningún otro niño atravesara una situación como esa. La mujer compartió una captura de pantalla con los papás de los alumnos de Academy of Charter Schools y ellos le demostraron su solidaridad.

Algunos de ellos hablaron con sus hijos de la situación y después todo se descontroló. Alumnos de grados más altos decidieron alegrarle el día a Brody al firmar su anuario. A medida que las capturas de pantalla circulaban por la comunidad escolar, más y más estudiantes se unieron para hacerlo sentir querido.

Muchos de ellos le firmaron su libro, otros le hicieron visitas en su salón de clases y unos cuantos le brindaron su sincera amistad y ahora comparten algunas salidas juntos. La mayoría de los jóvenes consideró que “nadie merece sentirse así”, y algunos se sintieron identificados porque también habían sufrido de bullying a esa edad.

“Cuando era más joven, me intimidaban mucho como él”, “Si pudiera hacer una pequeña cosa para ayudar a este niño a sentirse un poco mejor, estaría más que dispuesto a hacerlo”, fueron algunos de los comentarios de quienes hicieron equipo para hacerlo feliz.

El bullying que Brody sufrió antes del anuario

Cassandra ya se había percatado de lo que sucedía en la escuela de su hijo, así que decidió hablar de estas intimidaciones con los directivos de la escuela; sin embargo, parece que nada cambió y quedó demostrado en el momento en que el pequeño llegó a casa con solo tres firmas en su anuario.

Con su iniciativa, ella esperaba que su hijo tuviera más apoyo y menos acoso, pero nunca se imaginó la cantidad de jóvenes que respondería a su llamado. Todo se hizo tan grande, que al día siguiente de que sus compañeros se negaron a firmarle su anuario, él ya acumulaba más de 100 comentarios de los estudiantes de otros salones.

Luego de la tormenta, llegó la calma, ya que no únicamente consiguió su objetivo de llenar este distintivo escolar, sino que algunas personas le pidieron su teléfono para entablar una amistad, incluso ya se reunieron para comer un helado. La mamá de este pequeño se mostró conmovida y dijo que el gran gesto la “hizo sentir que todavía hay esperanza”.

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