Las revelaciones de la exenfermera de Amber Heard que la comprometen en el juicio con Johnny Depp
En 2014, describió en sus notas médicas que el comportamiento de la actriz se caracterizó por exceso de ansiedad y varios estallidos de ira; hay antecedentes de consumo de drogas y alcohol
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Continúa el juicio por difamación de Johnny Depp contra Amber Heard. Este martes, la exenfermera de la actriz rindió su declaración en video. Erin Falati, también conocida como Erin Boerum, hizo una revisión de sus notas desde la primera vez que la atendió en agosto de 2014. En ellas, describió antecedentes por abuso de drogas ilícitas y alcohol, así como ansiedad y otros trastornos precedentes. Además, expresó que la actriz le manifestó que “tenía dificultades para lidiar con los sentimientos de inseguridad y celos” que vivía cuando no estaba en presencia del actor, quien para ese momento era su prometido. Parte de la defensa del actor se centra en probar la inestabilidad emocional de la estrella de Aquaman, acompañada del consumo de sustancias.
En primer lugar, hizo un repaso del estado de salud y condiciones previas de la actriz -referidas por ella misma- a partir del momento en que se convirtió en su paciente, entre las que destacó la dependencia emocional trastornos alimentarios, trastorno por déficit de atención y bipolaridad.
En ese sentido, Falati manifestó que, en aquella época, Amber “había experimentado un aumento de ansiedad, presentó varios ataques de ira y que su estado de ánimo había sido lábil”, según consignó Daily Mail. Cuando los abogados de Depp le pidieron profundizara acerca de la labilidad emocional, ella explicó que se trataba de cambios bruscos en el estado de ánimo. “Ves a alguien triste y rápidamente hace una transición a la felicidad extrema. Es como un péndulo y las emociones giran en torno a él”, expresó.
Más adelante y en otro comentario que se desprendió de sus notas, la exenfermera manifestó que Heard le expresó al Dr. Kipper -médico personal de Johnny- y a ella que “sentía ansiedad al quedarse sola cada vez que Depp viajaba por trabajo a Londres al set de grabación”, y agregó que le reveló que “tenía dificultades para lidiar con los celos e inseguridad cuando no estaba en presencia de él”.
Los abogados de la estrella de Piratas del Caribe se mantuvieron incisivos y profundizaron en otra anotación del 2 de septiembre de ese mismo año, cuando refirió que Amber le expresó que “sentía ansiedad en torno a la fama de Depp y la interacción de él con otras mujeres”. Añadió que recordaba una “sensación general de celos y ansiedad que surgió a lo largo de los años”.
Si bien una parte importante del material que presentó Falati durante su intervención en el juicio describían en detalle varios episodios emocionales de Heard, también refirió una cena el 4 de septiembre de 2014. En aquella oportunidad, la actriz se “frustró” con los camareros por “falta de comunicación”, pero resaltó que se ayudó a sí misma a volver a la calma, por lo que la exenfermera reflexionó acerca “del cambio en las habilidades” para afrontar situaciones de estrés.
Sin embargo, no fue un comportamiento que se mantuvo en el tiempo. Además de las notas, acompañó varias fotos que la actriz le envió y donde se la pudo ver con marcas rojas en la cara y le habría dicho que tenía “tendencias suicidas”.
Conforme avanzaba el interrogatorio, la defensa de Depp preguntó acerca de infidelidades, un tema sumamente mencionado en el juicio por parte de los abogados de ambas partes. Cuando se le cuestionó directamente si recordaba que Heard le hubiese dicho que él la engañaba, expresó que no existía un recuerdo puntual, sino la percepción constante de los celos de la actriz.
Más adelante, también describió al menos dos episodios donde Heard reveló que abusó de sustancias. En 2016 y como regalo de cumpleaños, asistió con amigos al festival de Coachella, y luego, cuando Falati la visitó en su casa, la actriz le dijo que “había consumido hongos y éxtasis” y que estuvo drogada “al menos 24 horas seguidas”.
El origen del juicio entre Depp y Heard, y que se encuentra en fase oral, tiene origen en un artículo de opinión que la actriz publicó en 2018 The Washington Post, y donde se describió a sí misma como “víctima de abuso doméstico”. El actor demandó a la actriz por difamación y alegó que debido a ello perdió importantes contratos que sumaban 40 millones de dólares, y que la mitad de ese monto correspondía a la sexta entrega de Piratas del Caribe, filme que se canceló.
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