La promesa de Donald Trump si llega a ganar las elecciones presidenciales de noviembre: “Son rehenes”

Si existe un político en Estados Unidos que hace mucho tiempo se fijó como meta ser presidente del país nuevamente, sin duda es Donald Trump. Por el momento, parece ser el representante más probable del Partido Republicano en los comicios de noviembre próximo, luego de ganar casi todas las elecciones primarias celebradas por el momento en más de 15 estados. Este lunes, el empresario sostuvo que una de sus principales prioridades una vez que llegara a la Casa Blanca era la liberación de las personas encarceladas con relación al ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.

“¡Mis primeros actos como su próximo presidente serán cerrar la frontera, taladrar y liberar a los rehenes del 6 de enero que fueron encarcelados injustamente!”, escribió en una publicación de su red social Truth Social. Aunque el probable candidato republicano ya expresó en otras oportunidades que perdonaría a muchas de las personas que estuvieron presentes en aquella fecha, e incluso se refirió como “rehenes” a aquellos que ya fueron condenados y enviados a prisión, todo parece indicar que abordará el tema si resulta electo.

En el polémico mensaje, además de cerrar la frontera y liberar a aquellos condenados por los hechos de violencia de enero, también insistió —en inglés— drill, baby, drill, una frase con la que hizo referencia a un eslogan de campaña que se utilizó por primera vez en la Convención Nacional Republicana de 2008 y que trataba de la posición de Estados Unidos ante el reto ambiental de la exploración y explotación de hidrocarburos en el Ártico.

Por otra parte, de acuerdo con un comunicado emitido por el Departamento de Justicia, “más de 1358 personas fueron acusadas en casi todos los estados por delitos relacionados con la irrupción del Capitolio de Estados Unidos” en el transcurso de los 38 meses transcurridos desde el motín. De los detenidos, más de 486 fueron acusados de “agredir o impedir la aplicación de la ley”.

Trump ha hecho comentarios previos sobre su hipotético primer día en el cargo. En ese sentido, en diciembre prometió “no actuar como dictador, excepto el primer día”. Tampoco es la primera vez que llama “rehenes” a sus partidarios encarcelados o sugiere que deberían ser liberados.

En ese orden, en mayo del año pasado, el expresidente sostuvo que “se inclinaba por perdonar” a muchos de los presentes en el Capitolio aquel 6 de enero. “No puedo decirlo de todos y cada uno de ellos, porque un par de ellos probablemente se salieron de control”, dijo en un recorrido por New Hampshire. En esa oportunidad, añadió que, si era reelecto, “los indultos llegarían muy pronto”, pero no dijo explícitamente que podría ser una posible prioridad del primer día de su administración.

El uso del término “rehenes” por parte de Trump molesta constantemente a la Administración actual de la Casa Blanca. Durante un evento en enero en Iowa y que coincidió con el tercer aniversario del asalto, el expresidente manifestó que los prisioneros habían sido maltratados por la administración Biden. “Ya sufrieron suficiente”, dijo sobre los convictos. “Yo los llamo rehenes. Algunas personas los llaman prisioneros”, agregó.

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