La llegada de Gustavo Petro al poder en Colombia pone a prueba el vínculo estratégico con Estados Unidos
Durante años, Washington construyó un vínculo sólido y arraigado en la cooperación en seguridad y económica, que el exguerrillero se apresta a cambiar por primera vez en décadas; diálogo entre Blinken y el mandatario electo
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WASHINGTON.- A principios de marzo último, Iván Duque, quien pronto le entregará el poder a Gustavo Petro en Colombia, visitó la Casa Blanca para reunirse con el presidente Joe Biden. Estados Unidos y Colombia celebran este año 200 años de relación bilateral, y Duque fue el primer líder sudamericano al que Biden invitó a Washington. Ambos se tomaron la tradicional foto en el Salón Oval. Biden dijo que el vínculo con Colombia era “la base” de la seguridad y la prosperidad en la región, y Duque le respondió que estaba “en el pico más alto”.
Washington mira ahora su vínculo más estrecho en América latina con inquietud.
El triunfo de Petro en las elecciones presidenciales en Colombia, que llevará por primera vez a la izquierda al poder, pondrá a prueba la relación más sólida que Estados Unidos tejió en la región, y una de las más amplias, profundas y complejas. Desde la implementación del Plan Colombia, durante la presidencia de Bill Clinton, Washington ha brindado más de 13.000 millones de dólares en asistencia económica y militar a Bogotá. Colombia, Chile y Perú son los únicos países en Sudamérica con los que Estados Unidos tiene un acuerdo de libre comercio. Y Colombia es un jugador clave en el principal conflicto regional: Venezuela.
“La relación bilateral es amplia y profunda, y habrá mucha gente del lado estadounidense que intentará encontrar puntos en común con la administración de Petro. Habrá un fuerte deseo de continuar esa estrecha colaboración”, dijo Cindy Arnson, experta en América latina del Centro Woodrow Wilson. “Y la verdadera pregunta es si ese interés será correspondido por el gobierno colombiano. Creo que va a depender mucho de a quién tenga Petro a su alrededor. Uno espera ver el mejor lado de Petro, y no el peor”, continuó.
La primera reacción del gobierno de Biden dejó una clara muestra de la voluntad de la Casa Blanca por trabajar con el nuevo gobierno. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, felicitó al pueblo colombiano por una elección “libre y justa”, recordó los “profundos lazos” y valores compartidos e intereses con el pueblo norteamericano, y dijo que esperaban llevar la relación hacia adelante con Petro.
“Estados Unidos y Colombia disfrutan de profundos lazos entre nuestros pueblos, valores compartidos e intereses compartidos en democracia, seguridad, prosperidad económica inclusiva y derechos humanos”, enumeró Blinken en un comunicado difundido por el Departamento de Estado en la noche del domingo.
“Esperamos trabajar con el presidente electo Petro para fortalecer aún más la relación entre Estados Unidos y Colombia, y llevar a nuestras naciones hacia un futuro mejor”, agregó.
En la tarde de hoy, Petro informó que mantuvo una conversación telefónica con Blinken, que lo felicitó por la elección y con el que abordó temas de interés bilateral. El flamante mandatario electo reveló que el diálogo duró unos 20 minutos. ”Me expresó sus congratulaciones por nuestra elección y dialogamos sobre el proceso de paz y las acciones contra el cambio climático en nuestro continente”, tuiteó Petro.
Arnson apuntó además que Biden y Petro tienen mucho en común con respecto a la lucha contra el cambio climático, “y si Petro es inteligente, aprovechará ese interés compartido para forjar una sólida relación de trabajo con el gobierno de Estados Unidos”, agregó. Petro propuso de hecho en su primer discurso como presidente electo de Colombia “acelerar los pasos de la transición energética” y avanzar hacia una “economía descarbonizada”, en línea con la visión de Biden de ir hacia una economía verde y sustentable. Biden también ha sido muy crítico con la llamada teoría del derrame y ha abogado por una economía que crezca “desde abajo hacia arriba, y del medio hacia afuera”.
Con todo, luego de años de gobiernos de derecha que pusieron el alineamiento con Washington al tope de sus prioridades de política exterior, existe incertidumbre respecto del rumbo que pueda tomar Petro. El gran interrogante es si Petro se convertirá en un líder de izquierda similar a Lula, que durante sus años en el Planalto mantuvo una buen vínculo con Estados Unidos, o si, por el contrario, marcará distancias como lo ha hecho, ahora, Andrés Manuel López Obrador, a quien Biden recibirá en julio.
“Hay mucho que no sabemos, como suele ocurrir con cualquier gobierno nuevo”, distinguió Arnson. “Un tema crítico a mirar es a quiénes nombra Petro en su gobierno. En economía, probablemente elija a una figura tradicional para calmar los miedos del empresariado. En seguridad, el embajador en Estados Unidos y el ministro de defensa serán muy importantes”, puntualizó.
Petro parece decidido a tocar la política de seguridad y de combate a las drogas, a la cual Estados Unidos le ha prestado especial atención. Arnson señaló que los funcionarios norteamericanos hablan de que la relación con Colombia “ha sido desnarcotizada en los últimos años”, pero el combate a las drogas continúa siendo un tema central en el vínculo bilateral. Y Petro quiere adoptar un enfoque diferente a la política antidrogas que invierta en zonas rurales, y no dependa solo de la erradicación de la producción de coca. “O sea, no está claro en qué medida el uso de la fuerza contra los grupos ilegales sigue siendo parte de su estrategia”, indicó Arnson.
Las dudas comenzarán a despejarse en los próximos días, y cuando Petro se instale en la Casa de Nariño.
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