La larga amistad entre Carter y Biden, con sus altibajos, se mostrará por última vez en funeral

WASHINGTON (AP) —

Joe Biden es el consumado conocedor de Washington. Jimmy Carter era todo lo contrario. Sin embargo, los presidentes número 46 y 39 de Estados Unidos tuvieron una amistad que duró décadas, comenzando cuando Biden, siendo un joven legislador de Delaware, se convirtió en el primer senador en ejercicio en respaldar la candidatura de Carter a la Casa Blanca en 1976. Su vínculo se mostrará una última vez el jueves cuando Biden elogie a Carter durante su funeral de estado en la Catedral Nacional de Washington.

Esto marca un punto final significativo para ambos hombres. Carter y Biden marcaron evoluciones a medida que el Partido Demócrata y el país cambiaron a lo largo de sus largas vidas públicas. Ambos fueron presidentes que soportaron cuatro años difíciles en la Oficina Oval antes de ser obligados a salir bajo términos que no eran los suyos, entregando el poder a carismáticas figuras republicanas en el proceso.

“Estados Unidos y el mundo, en mi opinión, perdieron a un líder notable... Era un estadista y humanitario. Y Jill y yo perdimos a un querido amigo”, dijo Biden horas después de que Carter falleciera el 29 de diciembre a la edad de 100 años.

Para Biden, el foco de atención ofrece una oportunidad no solo para elogiar el trabajo del difunto presidente, sino quizás también para amplificar las reevaluaciones de Carter como presidente. Ese enfoque podría, no tan sutilmente, ser algo que Biden, de 82 años, espera para sí mismo mientras se prepara para entregar el poder al presidente electo Donald Trump el 20 de enero.

La presencia de Trump en el funeral de Carter intensifica la dinámica. Trump pasó la campaña de 2024 ridiculizando a Biden y Carter, resaltando las caricaturas republicanas de Carter como un incompetente administrador de una economía inflacionaria y dirigiendo la misma acusación a la administración de Biden.

“Biden es el peor presidente en la historia de nuestro país, peor que Jimmy Carter por mucho”, dijo Trump, usando palabras similares incluso cuando la ex primera dama Rosalynn Carter estaba en su lecho de muerte en 2023 y en el 100º cumpleaños de Carter el 1 de octubre de 2024. “Jimmy Carter está feliz”, declaró Trump, “porque tuvo una presidencia brillante comparada con la de Biden”.

Pero algunos demócratas dicen que el momento del funeral de Carter, tan cerca de la segunda inauguración de Trump, hace una comparación favorable con el tono belicoso del republicano.

“Jimmy Carter es un hombre fundamentalmente decente, y Joe Biden es un hombre fundamentalmente decente”, dijo Donna Brazile, una veterana influyente del Partido Demócrata que comenzó su carrera en la campaña de reelección de Carter en 1980.

Biden se ha centrado en la misma idea.

“Cuando lo respaldé para presidente... no fueron solo sus políticas sino su carácter”, señaló Biden después de la muerte de Carter. Preguntado específicamente qué podría aprender Trump de Carter, el presidente respondió: “Decencia, decencia, decencia”.

Biden, quien sirvió 36 años en el Senado y ocho como vicepresidente antes de ganar la presidencia en su tercer intento en 2020, aún no se había convertido en político de Washington cuando se alineó con Carter. Elegido senador a los 29 años, Biden estaba en su primer mandato cuando Carter, entonces gobernador de Georgia, lanzó su candidatura a la Casa Blanca.

”Él me agarró del brazo y dijo, ‘Necesito que me ayudes con mi campaña’, y yo dije, ‘Solo llevo un par de años, señor Gobernador’”, recordó Biden. ”Él dijo, ‘No, hará una diferencia’”.

Biden eligió a Carter e hizo campaña por todo el país para él durante la temporada de primarias y la campaña electoral general.

Ambos eran moderados en temas fiscales y sociales. Ambos hablaron abiertamente sobre su fe religiosa: Biden el católico, Carter el bautista evangélico.

Sin embargo, su relación no fue perfecta una vez que Carter ganó.

Ambos se habían opuesto a la integración de los autobuses escolares. Aún así, en 1977, Carter se opuso a un proyecto de ley del Senado de Biden que habría limitado la autoridad de los tribunales sobre el tema. Carter lo veía como una violación inconstitucional de la separación de poderes.

El joven senador bromeó: “Nixon tenía su lista de enemigos, y el presidente Carter tiene su lista de amigos. Supongo que estoy en su lista de amigos, y no sé qué es peor”.

Sin embargo, Biden fue uno de los demócratas que advirtió a Carter que su rival liberal, el entonces senador Ted Kennedy, podría desafiar al presidente en las primarias de 1980. Cuando Kennedy, un católico irlandés como Biden, se postuló, Biden se mantuvo con Carter incluso cuando sus fortunas disminuyeron.

Cuando Biden se postuló para presidente por primera vez antes de 1988, Carter estaba ocupado construyendo su Centro Carter, una organización de derechos humanos no partidista, y aún era un paria para los demócratas después de perder ante el republicano Ronald Reagan en una avalancha. Carter tomó reuniones privadas con aspirantes a presidentes pero generalmente no aparecía públicamente con ellos.

Cuando Biden se postuló una segunda vez, evaluó a Carter en un libro de 2007 con un realismo calculado, escribiendo que los valores de Carter no eran suficientes: “Esa fue la primera vez que me di cuenta de que la capacitación en el trabajo para un presidente puede ser una cosa peligrosa”.

Incluso criticó la religiosidad del expresidente: “Hice campaña arduamente por Carter en dos elecciones, pero pensé que tenía una peligrosa inclinación por moralizar. ‘Golpea esa Biblia una vez más’, le dije una vez, ‘y también me vas a perder’”.

La segunda campaña de Biden también fracasó, pero el nominado Barack Obama lo eligió para el puesto de vicepresidente. La campaña de Obama no invitó a Carter a hablar en la Convención Nacional Demócrata de 2008.

Mientras Biden se postulaba para presidente por tercera vez, Carter, entonces de casi 95 años, lanzó una crítica solapada.

“Espero que haya un límite de edad”, dijo Carter entre risas mientras respondía preguntas del público en el Centro Carter en 2019. “Si tuviera 15 años menos, no creo que pudiera asumir las responsabilidades que experimenté cuando fui presidente”.

Biden y su rival principal Bernie Sanders tenían la edad suficiente para cumplir 80 años en la Casa Blanca.

Aún así, Carter devolvió la lealtad de Biden con un lenguaje familiar.

“Merecemos a una persona con integridad y juicio. Alguien que sea honesto y justo” y un presidente con “experiencia, carácter y decencia”, dijo Carter en un mensaje grabado para la convención de nominación de Biden en 2020.

En uno de los primeros viajes de Biden como presidente, él y la primera dama Jill Biden hicieron un desvío a Plains, Georgia, para visitar a Carter y su esposa. Biden dijo a los periodistas después que Carter le había pedido que hablara en su funeral de Estado.

Biden finalmente alcanzó los 80 años en la Casa Blanca, y la preocupación generalizada sobre su edad lo llevó a poner fin a su campaña de reelección. A medida que aumentaba la presión sobre Biden para que abandonara la campaña, Carter, que llevaba más de un año en cuidados paliativos, no hizo declaraciones públicas ni maniobras privadas.

”Él, como muchos de nosotros, estaba increíblemente satisfecho por la valiente decisión de su amigo de pasar la antorcha”, dijo Jason Carter, el nieto del expresidente. “Ya sabes, mi abuelo y el Centro Carter han observado más de 100 elecciones en 40 países. Así que él sabe lo raro que es que alguien que es presidente en funciones renuncie al poder en cualquier contexto”.

Sea lo que sea que diga Biden el jueves, el exarquitecto de la campaña de Obama, David Axelrod, señaló que el presidente saliente no disfrutará de las mismas oportunidades que Carter para redefinir su legado.

“Jimmy Carter pasó cuatro años en Washington de los 100 años de su vida”, dijo Axelrod. “Jimmy Carter es visto de manera diferente (ahora) porque pasó 44 años después de perder la presidencia haciendo cosas extraordinarias por todo el mundo... Biden no tendrá ese lujo”.

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El corresponsal Chris Megerian en Washington contribuyó a esta nota.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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