La drástica medida de Elon Musk para ‘limpiar’ Twitter
El multimillonario continúa con sus esfuerzos para reducir la crisis económica que supuestamente atraviesa su nueva compañía
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LA NACION
Elon Musk inició una nueva campaña de reorganización en las oficinas de Twitter en San Francisco, California. Además de despedir a miles de empleados, el empresario decidió retirar de las instalaciones de la compañía algunos artículos y puso en marcha una subasta para deshacerse de muebles y otros objetos que antes formaban parte del edificio. Entre las ventas hay sillas, máquinas de café, pizarras y todo lo que el magnate consideró que ya no era necesario.
La casa de subastas Heritage Global Partners fue la encargada de ofertar todo lo desechado por Musk. Más de 600 artículos “activos excedentes de oficinas corporativas” estuvieron a disposición de cualquier persona que quisiera adquirirlos. Cabe recordar que hace pocos meses, el también propietario de Space X tomó la decisión de achicar sus oficinas.
Entre los artículos en venta destacó una estatua del pájaro tradicional de Twitter, cuyo precio era de US$16.000. También un cartel de neón con la forma del mismo logotipo de la compañía, que se vendió en US$23.000, según informó The New York Post.
En la subasta, que cerró este miércoles, decenas de personas pudieron acceder a electrodomésticos de cocina, una cámara frigorífica, hornos y congeladores. A continuación, parte del detalle de los artículos que el fundador de Tesla sacó de sus oficinas y puso a la venta:
- Teléfono de conferencia - US$250.
- Sofá - US$1550.
- Escritorio de pie portátil - US$3100.
- Pizarra blanca - US$1500.
- Cabina telefónica insonorizada - US$4500.
- Máquina de espresso semiautomática - US$4700.
- Proyector láser - US$2100.
La lucha de Musk por salvar Twitter
La subasta también va de la mano de los esfuerzos de Musk por mitigar la aparente crisis económica que enfrente Twitter hace una década. Tan solo en diciembre, el multimillonario aseguró que su nueva adquisición no estaba en las mejores condiciones financieras: “Tenemos un simulacro de emergencia en nuestras manos... Twitter no está a salvo, aunque tampoco en la vía rápida hacia la bancarrota. Todavía queda mucho trabajo por hacer”, remarcó en redes sociales.
Entre sus nuevas reglas hay algunas políticas de austeridad para reducir gastos. Por ejemplo, les canceló el beneficio de comidas gratuitas a los trabajadores y eliminó los servicios de limpieza: “Algunos empleados han recurrido a llevar su propio papel higiénico”, de acuerdo con The New York Times. Además, Twitter pasó de ocupar seis pisos a solo dos en una de sus sedes. Mientras que en la sucursal de Seattle se habría dejado de pagar la renta de las oficinas por un tiempo prolongado.
En algunas de sus últimas declaraciones, el magnate dijo que Twitter era como un “avión que va en picada al suelo, con los motores en llamas y los controles que no funcionan”. Así las cosas, consideró que, de no hacer algo al respecto, la empresa enfrentaría una “situación de flujo de efectivo negativo” de alrededor de US$3000 millones en 2023: “Es por eso que pasé las últimas cinco semanas recortando costos como un loco”, comentó, según el medio antemencionado.
LA NACION
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