La clave de una neurocientífica de Harvard para regular las emociones negativas
Frente a una situación perturbadora el cerebro desencadena un proceso químico que dura un instante breve, luego de ese lapso de tiempo, cada persona decide cómo sigue la historia
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LA NACION
Jill Bolte Taylor es neurocientífica egresada de Harvard y autora de My Stroke Of Insight (Un ataque de lucidez) un libro que describe “la regla de los 90 segundos”. Esta regla da una explicación a una habilidad poco conocida de los seres humanos: la de regular cualquier respuesta emocional luego de los primeros instantes gracias a un proceso químico.
La Dra. Jill Bolte Taylor sufrió en 1996 una hemorragia severa (MAV) en el hemisferio izquierdo de su cerebro que le hizo perder la capacidad de caminar, hablar, leer, escribir o recordar algo de su vida. Sus memorias, My Stroke of Insight, documentan su experiencia con el accidente cerebrovascular y su recuperación durante ocho años.
La clave de una neurocientífica de Harvard para regular las emociones negativas
De todas sus enseñanzas, la regla de los 90 segundos es una de las que más atención ha concitado, ya que provee un método sencillo para definir las reacciones que se van a tener frente a los imponderables que atraviesan la vida de todas las personas.
En una entrevista publicada en Psicology Today, Bolte Taylor explicó que: “Cuando una persona tiene una reacción a algo en su entorno, ocurre un proceso químico que dura un minuto y medio. Luego de ello, es cada persona la que elige permanecer, o no, en ese bucle emocional”.
Las observaciones de Taylor se basaron en su propia experiencia y en el análisis que Viktor Frankl, un sobreviviente del Holocausto, relató en su libro El hombre en busca de sentido. En esa obra que inspiró a la neurocientífica, se señaló que “cuando ya no podemos cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiarnos a nosotros mismos”.
Bajo esa premisa, la experta de Harvard comenzó a analizar la brecha existente entre circunstancias y reacciones, con la hipótesis de que “ninguna situación ni nadie puede hacernos sentir o hacer nada. Siempre tenemos la opción de reaccionar o no”. Justamente, eso es lo que confirma la regla de los 90 segundos.
“Esencialmente, cuando observas las células en los circuitos del cerebro, cada reactividad es simplemente un grupo de células que realizan su función. Desde el momento en que tienes el pensamiento de que hay una amenaza y ese circuito de miedo se activa, estimulará los circuitos emocionales relacionados con ella, que es la reacción de lucha o huida. Eso desencadenará una descarga fisiológica de norepinefrina o ira en el torrente sanguíneo. Te atravesará y saldrá de ti en menos de un minuto y medio”, le explicó Bolte Taylor a PT.
Para la experta, como resultado de este proceso, luego de los 90 segundos, las personas tienen “el poder de elegir cómo quieren estar en el mundo”. Desde una perspectiva neurológica, la especialista recomienda: “Cuando te pongas nervioso, mira tu reloj. Se necesitan 90 segundos para disipar esa respuesta de ira. Tan pronto como miras el reloj, te estás observando a ti mismo teniendo esta respuesta fisiológica en lugar de comprometiéndote con ella”, destaca, y asevera que: “Te llevará un instante y te sentirás mejor”.
Decisiones
“Las bolas curvas de la vida te golpearán a la velocidad del rayo desde todos los ángulos, de vez en cuando, desviándote de tu camino. La pregunta es: “¿Qué vas a hacer al respecto?”, plantea la especialista y señala que el problema es que las personas raramente se ponen a pensar en eso.
Para ella la respuesta es clara: “si quieres prosperar en este mundo, la regla de los 90 segundos ofrece una forma consciente de anular tu reflejo de reacción de supervivencia y hacer frente a los eventos inesperados de la vida, sin importar cuán terribles sean las circunstancias, de una manera más tranquila, más saludable y más madura”.
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