Kim Kardashian pagó 70 millones de dólares por la mansión con estilo mediterráneo de Cindy Crawford en Malibú
Se trata de la transacción más cara de este condado en lo que va del año; ahí viven celebridades como Marcy Carsey, Leo DiCaprio, Neil Diamond y Michael Eisner
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LA NACION
Kim Kardashian demostró los alcances de su fortuna al comprar una mansión por un valor de 70,4 millones de dólares en Encinal Bluffs, uno de los barrios más codiciados de Malibú. La residencia se construyó en 1944, por lo que posee algunos detalles antiguos, pero le hicieron algunas remodelaciones con las que quedó lista para ser el hogar de una de las empresarias e influencers más conocidas del mundo. La propiedad se compone de amenidades como una cancha de tenis y su propio spa.
El terreno donde se edificó medía originalmente 2,4 hectáreas, aunque después lo dividieron en dos parcelas: una de ellas de una hectárea que es solo el predio y otra de 1,2 hectáreas en donde está la casa principal. Las adecuaciones las hizo la firma Harrison Design, la cual que se encargó de “redireccionar el camino de entrada y traer varias toneladas de rocas seleccionadas a mano e incluso usar grúas para mover árboles de 40 pies”, según el portal Dirt.
La casa tiene un estilo mediterráneo, tuvo como dueño al empresario biotecnológico Walter de Logi, quien murió en 2014. Pasó por algunas otras familias hasta llegar a manos de Adam Weiss, un administrador de fondos de cobertura jubilado de Silicon Valley en California. Aunque antes uno de los dueños se quedó con una hectárea y vendió la otra en la que estaba la mansión.
La residencia estaba a la venta en 99,5 millones de dólares, pero Kardashian hizo una oferta por 70 y se realizó la transacción. Aunque quizá será únicamente su mansión para pasar el verano, ya que ella todavía vive en una propiedad en Hidden Hills, Los Ángeles, así como otras dos en el mismo sitio.
¿Cómo es la mansión que Kim Kardashian compró en Malibú?
La vivienda es invisible desde la calle, porque para entrar hay que atravesar por un camino muy largo y cruzar un muro de arbustos. Tiene una dimensión de 697 metros cuadrados, en los que hay cuatro dormitorios, cinco baños y medio, diversas salas de estar y algunas otras amenidades como gimnasio, cancha de tenis, piscina y spa.
La lujosa propiedad está frente al mar, por lo que desde cualquier lugar se pueden apreciar el sonido y el color del océano. Tiene múltiples terrazas, acompañadas con pequeños desayunadores para salir a tomar sol.
En la cocina destaca un comedor semiformal con mesa de madera amplio que permite que los residentes disfruten de sus alimentos mientras se relajan al aire libre con ayuda de la naturaleza, el elemento predominante en esta casa porque está por todos lados.
Los ventanales brindan calidez y luminosidad. También sobresalen espacios abiertos y otros cubiertos con paredes de cristal, para priorizar la entrada de los rayos del sol.
Incluso en el gimnasio y en los sitios más escondidos predomina el estilo clásico de madera que hace juego con las plantas que aparecen por todos lados. Las ventanas y puertas transparentes buscan no restarle luminosidad a este espacio en el que, de día, no se necesita tanta luz artificial, por lo que Kim y su familia tendrán las mejores fotos para sus redes sociales.
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