Una nueva ley de Illinois hace desaparecer el impuesto a la comida, pero habrá que esperar: lo que tienes que saber

El gobernador de Illinois, Jay Robert “JB” Pritzker, aprobó el pasado lunes 5 de agosto una nueva ley que hace desaparecer el impuesto a la comida. La entidad era una de las 11 que afectaban los precios de los comestibles. Aunque algunos han calificado la norma como un alivio, algunos gobiernos locales han manifestado su preocupación y desacuerdo, ya que podría afectar en sus presupuestos.

En qué consiste la nueva ley de Illinois y cuándo entrará en vigor

La ley HB3144 elimina el impuesto estatal sobre los productos comestibles del 1%, que se aplica a los artículos destinados a ser consumidos fuera de las instalaciones. La norma señala que hay excepciones, como: las bebidas alcohólicas, los alimentos que consisten en cannabis para uso de adultos, los refrescos, los dulces y los alimentos que se han preparado para el consumo inmediato.

La reducción de impuestos entrará en vigor el 1º de enero de 2026. Al respecto de la legislación, Pritzker comentó: “Incluso con la inflación en descenso, cada dólar cuenta, así que estoy orgulloso de que estemos haciendo lo que podemos para que los viajes al supermercado sean un poco más fáciles. Es una parte más importante de aliviar la carga que soportan las familias de Illinois”.

En 2022, el año con la inflación más alta desde la década de 1980, el gobernador ya había trabajado con la Asamblea General para suspender dicho gravamen durante el año fiscal. Una encuesta del Illinois Policy Institute, mostró que el 70% de los votantes apoyaron la eliminación del impuesto a los alimentos. La organización también señala: “Se estima que los habitantes de Illinois ahorraron 360 millones de dólares gracias a la suspensión de un año”.

En Illinois, los gobiernos locales están en desacuerdo

La eliminación del impuesto a los alimentos provocó quejas de algunos gobiernos locales, quienes han asegurado que la disposición perjudicará sus presupuestos, ya que los ingresos van a las localidades y no al estado. Con esta premisa, la nueva ley autoriza a las autoridades municipales a imponer un impuesto del 1% mediante ordenanza o resolución.

La alcaldesa del suburbio de Libertyville, Donna Johnson, y la presidenta de Algonquin Village, Debby Sosine, estuvieron entre los dos líderes que dijeron que el impuesto mantiene sus comunidades en funcionamiento. Cada ciudad tendrá hasta octubre de 2025 para aprobar una ordenanza que mantenga el impuesto sobre los alimentos.

Johnson explicó a principios de este año que los US$850 mil que su pueblo recibe a través de los ingresos fiscales “son significativos” para una comunidad de unos 20.000 residentes, de acuerdo con CBS News. Por su parte, Sosine señaló en mayo que eliminar el impuesto a los alimentos le costaría a Algonquin alrededor de US$2 millones en ingresos fiscales anuales.

Bruce Stickell, administrador de Milan, una villa ubicada en el condado de Rock Island, dijo a la KWQC que cree que la eliminación del impuesto a los alimentos afecta los presupuestos de la ciudad, mientras que el estado no ve ningún efecto de la derogación. “Tenemos que conseguir todos los ingresos posibles para mantener bajos los impuestos inmobiliarios y conservar los negocios (...) Cada vez que nos quitan algo... hay que pensar en otra idea y en cómo reemplazarlo. Y cada vez es más difícil”.

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