San Antonio de Padua: la oración y el ritual de Mhoni Vidente para pedirle un amor verdadero y abundancia
La pitonisa cubana publicó un video en el que explicó el paso al paso de este poderoso rito para atraer no solo el romance, sino también fortuna, riqueza y prosperidad
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LA NACION
Frecuentemente, la célebre Mhoni Vidente divulga diversos rituales que sus seguidores pueden incorporar en su vida cotidiana. En esta ocasión, la pitonisa cubana ha revelado un ritual de San Antonio, dirigido a aquellos que desean conocer su amor verdadero, pero también para quienes buscan abundancia, riqueza y prosperidad.
Para llevar a cabo este ritual, se debe realizar en uno de los días 13, 14 o 15 de junio, que son las fechas dedicadas a San Antonio de Padua. Es necesario contar con los siguientes elementos: un incienso de sándalo, una copa llena de agua miel, dos limones verdes, cerillos de madera, un sirio o veladora roja, un plato forrado de papel aluminio, una imagen de San Antonio, una copa de cristal, tequila, ron o mezcal, perfume atrayente, perfume del Pájaro Macua o doble suerte rápida, canela en polvo y diamantina dorada.
El procedimiento comienza con un baño, seguido por la aplicación de perfume a los dos limones, frótalos por todo el cuerpo mientras se reza un Padre Nuestro y un Ave María. Este acto debe realizarse con mucha fe, visualiza la eliminación de las energías negativas y la atracción de prosperidad y abundancia. Los limones se sumergen en agua al terminar este paso. Este proceso de purificación y visualización es crucial, ya que permite liberar cualquier bloqueo energético que pueda impedir la llegada de la prosperidad y el amor.
A continuación, se forra un plato con papel aluminio y se coloca una cruz de miel en el centro. Sobre esta cruz se pone el sirio o la veladora roja. Alrededor de la miel y la veladora, se espolvorea canela en abundancia y se añade diamantina dorada, lo que simboliza la atracción de riqueza y éxito financiero. Se agregan unas gotas de perfume atrayente o del Pájaro Macua para potenciar el ritual. Este montaje debe hacerse con cuidado y atención, ya que cada elemento tiene un significado específico y una función dentro del ritual.
La imagen de San Antonio debe estar presente durante todo el proceso. Se enciende primero el incienso con cerillos de madera y luego la veladora. Mientras la veladora arde, se reza nuevamente un Padre Nuestro y un Ave María, pide específicamente amor, abundancia y estabilidad. La visualización es crucial en este paso, imagina el cumplimiento de los deseos con claridad y determinación. Es importante enfocarse en detalles específicos al visualizar, como la estabilidad económica, la llegada de un amor sincero o el éxito en los negocios.
Para finalizar, el ritual recomienda mantener la veladora encendida hasta que se consuma por completo. Los limones deben ser cambiados diariamente, así como el incienso debe ser encendido cada día mientras la veladora arde. Una vez cumplido el objetivo del ritual, el tequila, ron o mezcal utilizado se debe verter fuera de la casa, lo que representa la eliminación de las malas energías. Este paso finaliza el proceso de limpieza y protección, lo que asegura que las energías negativas no regresen.
La astróloga asegura que este ritual es efectivo y sus resultados pueden observarse en un corto periodo. Para sellar el éxito del ritual, es fundamental donar 13 monedas a una iglesia o a personas necesitadas, como un acto de gratitud y para atraer el karma positivo. Este ritual no solo busca la obtención de riqueza y amor, sino también promover actos de generosidad y fe.
La oración para pedirle un amor sincero a San Antonio
¡Oh admirable y esclarecido protector mío,
San Antonio de Padua!
Siempre he tenido grandísima confianza en que me habéis de ayudar en todas mis necesidades,
rogando por mí al Señor a quien servisteis,
a la Virgen Santísima a quien amasteis
y al divino Niño Jesús que tantos favores os hizo.
Rogadles por mí,
para que por vuestra poderosa intercesión me concedan lo que pido.
¡Oh Glorioso San Antonio!
Pues las cosas perdidas son halladas por vuestra mediación
y obráis tantos prodigios con vuestros devotos;
yo os ruego y suplico me alcancéis de la Divina Majestad
el recobrar la gracia que he perdido por mis pecados,
y el favor que ahora deseo y pido,
siendo para Gloria de Dios
y bien de mi alma.
Amén.
LA NACION
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