“Hola, soy Leo”: el llamado de Messi que convirtió a una pizzería argentina en un boom de Miami
El capitán del Inter Miami se comunicó con los emprendedores argentinos y, sin proponérselo, generó una revolución; filas para entrar y una elección particular: Napolitana
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MIAMI.- Cuando Tomás miró el celular, se quedó petrificado. Su esposa se asustó, pensó que se había muerto alguien. En la pantalla, la notificación de Instagram le avisaba que Leo Messi empezó a seguirlo y automáticamente le llegó un mensaje privado suyo.
Tomás es socio y manager de Banchero Miami. Por distintos medios trató de hacerle llegar el mensaje al crack del futbol de que lo admiraba y estaba dispuesto a cerrarle el local para él o llevarle un pedido. En el mensaje directo, Leo le dijo que estaba lejos para pasar (vive a más de una hora de Miami Beach) y cómo podía hacer para coordinar. Tomás le contestó que le escribiera el día que quisiera comer la pizza, que él se la llevaba, y le pasó su número de teléfono por cualquier cosa. Pero pasaron los días. “Tiene un calendario riguroso, y la realidad es que la pizza no es lo mejor para comer antes del partido. Yo estaba super ansioso esperando sus movimientos y su mensaje. No venía. Jugó un par de partidos más de la liga, se fue a Argentina por las eliminatorias, después Bolivia y volvió a Miami. Yo seguía literalmente su minuto a minuto porque tenía una ansiedad que me moría”, relata en diálogo con LA NACION.
Un día le cayó un WhatsApp a su teléfono: “Hola, soy Leo”. Tomás pensó que podían ser sus amigos que se estaban aprovechando, que se hicieron un perfil falso y le estaban haciendo una broma. Pero era el verdadero.
“Ahí coordinamos qué quería, se lo llevé a medio hacer para que la termine de cocinar él. El viernes 15 de septiembre fuimos con mi esposa, le llevé de todo, más de lo que me había pedido: milanesas hechas y para freezar, empanadas, ocho pizzas. Si bien es mi ídolo máximo, nosotros no queríamos invadir su privacidad porque entiendo que es una persona. Me contuve desde no pedirle foto ni firma. Tampoco le pedí que subiera un post, ya estábamos agradecidos de que nos llamara. Fue algo increíble. Me recibió descalzo, re simple, nos hicieron pasar al living, les expliqué cómo terminar de cocinar las cosas, y él nos preguntaba por Banchero, nos dijo que vio en Instagram cómo se vivió en el Mundial, nos preguntó de qué parte de Argentina éramos, hasta hicimos chistes. Comentó que desde hace un mes que estaba antojado y le dijimos que lo sabíamos porque contamos día por día esperando su mensaje y nos reímos. Creo que nos terminamos yendo por no querer invadir, casi que nos excusamos nosotros y nos fuimos. Nos acompañó a la puerta y él nos dijo: ‘¿Quieren que nos saquemos una foto? Miren que a mí no me molesta’”, relata Tomás.
La historia de Instagram que lo cambió todo
En el tiempo que manejó de regreso, Messi posteó una historia con la caja, donde figuraba el teléfono de la pizzería, y adentro una napolitana. El teléfono empezó a sonar en Banchero y no paró hasta que cerró a la medianoche. “La gente pensaba que estaba en el local, llamaban sin cesar para preguntar”, rememora. Antes de que Messi empezara a seguirlos, Banchero Miami tenía 6500 seguidores. Hoy pasaron los 56.500.
Al día siguiente, el sábado, la pizzería argentina tenía toda la esquina con fila de gente. Un salón entero afuera esperando. Al día de hoy está trabajando al doble en concurrencia y facturación de lo que solía ser. “El domingo pasó lo mismo, y ya en la semana que la demanda es más tranquila igual fue muy buena. Ahora la gente viene a probar la pizza de Messi. Las mozas siempre preguntan si vienen por primera vez, o de dónde conocen Banchero: el 95% de la gente que vino por primera vez fue por la historia de Messi. Es una locura”, afirma.
Banchero tuvo que reestructurar el salón de personal, y puso el doble de mozos para el sábado y domingo al mediodía, que solía ser más tranquilo. “Ahora nuestro mérito es que el producto guste para que la gente vuelva”, proyecta Tomás.
La napolitana ya es la pizza de Messi. Si bien ya tenían las empanadas GOAT (en alusión al mejor de todos los tiempos), no hizo falta bautizar a la redonda con muzzarella y tomate. “La gente la pide sola. ‘La pizza de Messi’, te dicen. Él ya lo traccionó y es su pizza. Esto se está dando solo. Yo pensaba poner un cartel suyo en la vidriera, pero ya el impacto de su historia fue increíble. Por lo que entiendo si uno quisiera pagar para subir una historia así costaría un millón de dólares. Es decir nos regaló una publicidad que cuesta un millón de dólares”, dice maravillado Tomás.
La pizza más popular, cabe decir, es la muzzarella, quizás por ser la más básica. Y la sigue la fugazzetta rellena, que es la icónica de la marca. Sin embargo, tras el posteo, la napolitana está peleando el top 3, cosa que antes no pasaba.
La clientela también se empezó a diversificar. La pizzería tenía muchos argentinos (turistas y residentes) y estaba tratando de llegar al público latino mediante pautas en redes sociales e influencers. “Estos días están viniendo muchos más latinos, americanos, hasta hindúes que viven acá; se amplió nuestra llegada. Por más que yo pautara en las redes nunca hubiera llegado a ese público. ¡Pensá que lo siguen 460 millones de personas! Las historias que yo tenía subidas cuando Leo posteó la suya las vio medio millón de personas”, sigue.
El impacto incluso llegó a Banchero Argentina. Fue gente que le decía a los mozos “yo voy a otra pizzería, pero si Leo dice que es Banchero, vamos a Banchero”. Y pedían probar la napolitana.
La varita mágica del crack llega después de mucho sacrificio. En 2018, Diego Banchero, dueño de la icónica pizzería en Argentina, tomó la decisión de abrir una sucursal en Estados Unidos. Después de muchos permisos y habilitaciones, cortó cinta en la Avenida Collins y 71, en diciembre de 2019. Después de un fin de año concurrido y los meses de enero y febrero de temporada alta, llegó la pandemia. Pasó de ser una zona turística a una ciudad abandonada. “Esos primeros meses fueron durísimos, se habilitó enseguida el pick-up pero era un desafío. Miami Beach es bien turístico, no hay mucha gente que vive ahí, a nadie le quedábamos cerca. Contábamos y agradecíamos cada cliente que venía a pedir una pizza”, recuerdan desde Banchero.
De a poco la vida volvió a la normalidad y también llegó la Copa del Mundo. Otra vez el fútbol le dio la derecha. “Para nosotros el mundial fue un hito porque lo supimos aprovechar y se vivió en el local. Trajimos personalidades de las redes. Los que iban al ‘Obelisco de Miami’, que es la esquina frente a Manolo, pasaban por el local y se sorprendían porque no sabían que estábamos acá. Después volvían”, dice. Allí vieron la final Sam y Hernán, entre otros, una americana y un argentino influencers conocidos en TikTok como @medialuncita.
Hoy, además del turista que es un cliente importante en esa zona, la famosa pizzería tienen una clientela regular, en general argentinos que buscan sus milanesas, empanadas o pizzas. “Viene gente de Coral Gables, Brickell, Weston, Key Biscayne. Los argentinos que conocen Banchero, que se enteran que estamos acá, son capaces de manejar una hora. Venimos haciendo un trabajo muy fuerte para insertar la marca y el concepto y lo vamos logrando de a poco. Es una pizza más cara que la finita americana que te sale 12 dólares y te la comés entera. Acá sale el doble o más pero con dos porciones ya estás satisfecho. Sin embargo, ya hay un antes y un después del post de Messi. Ya no tengo que salir a buscar los influencers”, celebra.
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