Ganó 10 millones de dólares en la lotería, pero las fiestas y los excesos lo llevaron a la ruina

Consumir cocaína y tomar vodka se convirtió en el insólito desayuno de Michael Carroll. Después de ganarse la lotería hace 20 años, la vida de este hombre cambió para siempre.

Los excesos y los consumos problemáticos -drogas, alcohol y burdeles-, fueron una constante hasta que se declaró en quiebra y actualmente es repartidor de carbón. El inicio de un polémico camino comenzó en 2002, cuando ganó 9,7 millones de libras esterlinas en un famoso sorteo en Reino Unido, el equivalente a poco más de 11 millones de dólares.

Popularmente conocido como ”The King of Chavs” (un término peyorativo para llamar a una persona de clase baja, pero que a la vez viste con joyas llamativas y costosa ropa deportiva informal), ganó un total de 9.736.101 libras esterlinas.

Como reseñó el Daily Star, Carroll se jactó de haberse acostado con 4000 mujeres y arrancar el día con “tres líneas de cocaína y media botella de vodka”.

La manera de utilizar su fortuna lo hizo tan famoso, que fue conocido por sus escandalosas fiestas sexuales, en las cuales las mujeres desnudas debían servir cocaína en bandejas, y terminaba la noche acostándose con al menos ocho a la vez.

Por si fuera poco, en una oportunidad dijo que llegó a gastar hasta 2300 dólares diarios en cocaína, en una etapa en la que “inhalaba lo que fuese”. Las drogas y las fiestas sexuales fueron parte de una costosa combinación por la cual llegó a pagar hasta 58.000 dólares.

“Las mujeres se acercaban a mí y me ofrecían sexo”, expresó el controversial hombre, según consignó Daily Mirror, quien luego agregó que había gente que tenía relaciones en cada habitación de su casa.

“Los mejores diez años de mi vida”

Si bien hubo fiestas y descontrol total, años más tarde, Carroll habló abiertamente acerca de cómo ganarse la lotería afectó su salud y se llamó a sí mismo “un alcohólico con todas las de la ley”. De esa manera, el tono de sus palabras cambió y en lugar de jactarse, reconoció que con frecuencia consumía cocaína y bebía vodka por las mañanas.

Lejos de tomar buenas decisiones, Carroll hizo importantes inversiones mientras fue millonario, pero que sin duda contribuyeron a la pérdida de su riqueza. Entre ellas, gastó casi US$400.000 en una mansión que, de acuerdo con sus palabras, estuvo abandonada durante unos diez años.

Además, invirtió más de un millón de dólares en los Rangers, su club favorito de fútbol que en 2012 quedó bajo la administración de la Hacienda en Reino Unido debido a sus deudas. Por si fuera poco, compró más de 170.000 dólares en oro.

A pesar de perder su fortuna y tener que regresar a trabajar, Carroll insistió en que no haría nada diferente y que al ganar la lotería vivió “los mejores diez años” de su vida.

En 2013, el hombre se declaró en quiebra y vivió tres meses en un refugio para personas sin hogar mientras buscaba un empleo. Después de trabajar en una fábrica de galletas y en un matadero, seis años después se mudó a Escocia y trabaja como repartidor de carbón.

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