Emigró a Miami desde Venezuela y revela cómo usó su experiencia para montar tres negocios exitosos: “Florida es ideal”
Tras dejar su país, Ricardo Ratia se instaló en Estados Unidos; el emprendedor cuenta qué hizo para crecer en una de las ciudades más competitivas del país
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Para Ricardo Ratia, elegir Florida para empezar una nueva vida fue una decisión natural. La cercanía con su Venezuela natal facilitaría el contacto con familiares y amigos. Además, el hecho de ser un estado con clima agradable y fuerte presencia latina contribuyó a que la decisión fuera más sencilla.
“Viéndolo en retrospectiva, creo que Florida fue el lugar ideal para establecerme y crear nuevas oportunidades. Ciudades como Miami siempre fueron zonas de los Estados Unidos donde los inmigrantes latinoamericanos pudieron desarrollarse”, introduce en diálogo con LA NACION. Entonces -agrega-, “decidir dónde emigrar no fue difícil”.
El venezolano sostiene que, para quienes buscan emprender y crecer, “Miami es una de las mejores ciudades del mundo, siempre que se tenga la determinación de adaptarse y seguir adelante”, asegura. El emprendedor comparte tres tipos de negocios que le funcionaron desde que emigró y son aptos para cualquier emprendedor que quiera crecer y desarrollarse en la ciudad costera con algo de capital.
Su primer gran negocio
En julio del 2015, a sus 29 años, Ratia y su familia tomaron el avión que los llevó a una vida nueva. El emprendedor venía de un mundo totalmente distinto en Venezuela. Su carrera había comenzado en una empresa familiar especializada en proyectos de construcción. Al llegar a Miami, su experiencia en el diseño y el real estate le abrió una puerta inesperada: la remodelación de inmuebles.
“Mi experiencia se remonta a mis inicios en Venezuela. Allí me dedicaba a la remodelación de apartamentos exclusivos en mi ciudad natal, Maracay”, comenta Ratia. “Al llegar a Florida -agrega-, comencé remodelando apartamentos en áreas populares de Miami”.
El primer gran paso para Ratia fue cuando un amigo lo recomendó para un proyecto de remodelación en un centro comercial de la ciudad. Gracias a ello, adquirió visibilidad. Remodeló más de 40 baños en ese mismo mall y luego se expandió a zonas residenciales de lujo como Doral y Edgewate. En total, lleva más de 200 unidades remodeladas y diseñadas en el sur de Florida.
De la remodelación al alquiler de espacios
Luego de aprovechar su etapa como remodelador y diseñador de viviendas, el emprendedor venezolano cambió el enfoque de su negocio. “Sigo vinculado al real estate, pero a través de mis propios proyectos”, comenta. “Ahora trabajo con equipos de diseñadores, arquitectos y contratistas para desarrollar proyectos que gestiono como propietario. Decidí no trabajar más para terceros”, cuenta a LA NACION.
“Compro edificios de apartamentos, oficinas y centros comerciales para luego rentarlos. No compro unidades independientes, típicamente”, subraya. “El gran reto es que invertí en proyectos donde el cap rate, es decir, la tasa porcentual que representa la relación entre el ingreso neto operativo anual de una propiedad y su valor de mercado, ni siquiera llega al 1%. Lo ideal es un cap rate del 10%, algo que se me da bastante bien”. Por lo general, son proyectos de tiempo variable, “de entre seis y nueve meses”, entre que compra el inmueble y lo deja listo para rentar.
Hacia el negocio del lujo
No obstante, tras varios años en la industria de la remodelación, decidió dar un giro. Tuvo la idea de meterse en la industria de los aromas y las fragancias. “Este proyecto fue el resultado de una visión clara: llevar lujo y elegancia a los hogares de manera accesible”, cuenta a LA NACION.
Con el apoyo de su esposa Diomara, quien se involucró profundamente en el proceso de creación, desarrollaron la propuesta. “El concepto inicial se basó en un difusor innovador, el HLS450. “La combinación entre productos de diseño elegante y fragancias de alta calidad nos funcionó muy bien. Al cabo de unos años, la línea de productos se diversificó”, explica el emprendedor.
“Algunos de los productos, como los aceites, room sprays y velas, son fabricados en nuestro laboratorio. En cambio, los difusores son diseñados aquí en Miami y fabricados en China”, revela el empresario.
Ratia comenta que la mayor parte de la venta es online. También tiene tres sucursales. La principal se ubica en el Doral y funciona también como un centro de distribución. Las otras dos están en Tampa y West Palm Beach. “Casi toda la clientela es femenina”, reconoce, y agrega que “lo que comenzó como una idea para ‘hacer accesible el lujo’ se convirtió en un negocio que sigue creciendo año tras año.
Hoy, mientras supervisa sus propios proyectos de remodelación y continúa expandiendo su negocio de fragancias, Ratia es un ejemplo de cómo el espíritu emprendedor y la capacidad de adaptación pueden abrir nuevas puertas. Para él, el sueño americano no solo se trata de prosperar económicamente, sino también de aportar algo único y de calidad al mercado.
“Vivir en Miami es una experiencia maravillosa y desafiante a la vez. Al principio, fue difícil adaptarse a un nuevo sistema y a un ritmo distinto, pero con ganas y una buena actitud descubrí que esta ciudad presenta oportunidades infinitas”, cierra.
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