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Fue galán de telenovelas, pero ahora trabaja como vendedor ambulante: “Es lamentable ver artistas en quiebra”

El afamado actor fue protagonista de decenas de telenovelas en México, pero decidió emprender una labor complementaria con una marca de calzado que distribuye en las calles de CDMX

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El actor mexicano Carlos Amador inició un negocio de calzado para hombres que vende en algunas plazas de Ciudad de México
El actor mexicano Carlos Amador inició un negocio de calzado para hombres que vende en algunas plazas de Ciudad de MéxicoInstagram @ carlosamadoroficial / TikTok @carlosamador1969

Un actor mexicano, que participó en varias telenovelas como galán, ha dejado ver en las redes sociales que además de su trabajo en la televisión y el teatro, decidió arriesgarse con un negocio de calzado para caballeros. Aunque no es extraño que algunos artistas busquen una segunda ocupación, lo que ha llamado la atención es que no tiene una tienda física, sino que se lo vio ofrecer sus productos como vendedor ambulante.

Carlos Amador, nacido en el estado de Coahuila, México, es un actor de melodramas, teatro y cine. Entre los proyectos por los que se lo recuerda, están las telenovelas: El privilegio de amar (1998), Abrázame muy fuerte (2000), Amor real (2003), entre otras producciones de la empresa Televisa, una compañía mexicana de medios de comunicación, en la que actualmente trabaja.

El actor tiene una larga trayectoria en televisión, pero decidió comenzar un negocio de calzado para caballeros
El actor tiene una larga trayectoria en televisión, pero decidió comenzar un negocio de calzado para caballerosFacebook Actor Carlos Amador

“Me gano la vida honradamente”: el actor también trabaja como vendedor de zapatos

Amador, que estudió en el Centro Universitario de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México, y en el Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa, inició hace poco más de un año con su empresa de calzado, que produce botas y botines para caballeros. En su catálogo, se pueden encontrar diseños sobrios, hasta muy coloridos.

El actor no ha dejado su trabajo en la televisión y otros proyectos de teatro y cine. En sus redes sociales, como Facebook e Instagram, comparte fotografías de sus apariciones en programas unitarios como La rosa de Guadalupe. Sin embargo, como una actividad secundaria, vende los zapatos, aunque al no contar con una tienda física, hace entregas por la Ciudad de México, y en algunas zonas en las que se instala como vendedor ambulante.

Hace unos días, escribió: “Haciendo un recuento de este año: He sido infinitamente afortunado. Mi familia está bien. Mis amigos que por hechos y por tiempo ahí están siempre. Mis anhelos se van realizando. Me gano la vida honradamente y disfruto las cosas pequeñas”, quizás como un mensaje para los que se han sorprendido de verlo comercializar sus productos en la calle.

Era un galán de telenovelas y se volvió vendedor ambulante

En el mensaje agregó que aprovecha toda oportunidad de emprender, aprender y compartir. “Intento ser creativo porque creo que eso me acerca al Creador”, señaló. Aunque se sabe poco acerca de su empresa “By Carlos”, en sus cuentas oficiales el actor mexicano es muy abierto con su actividad. Con videos y fotografías que comparte deja ver que no tiene problema en ir directamente con sus clientes para entregar sus productos, o vender en sitios donde puede ser reconocido.

Quién es Carlos Amador

El actor, de 55 años, comenzó su carrera cuando llegó a la ciudad de México para encontrar un espacio en lo que era su gran pasión, las artes. Antes de ser actor, estudió danza, inspirado por su madre, Graciela Padilla, una pianista y escritora. Su primer trabajo profesional lo hizo en Flor de Fango, un montaje de teatro cabaret combinado con elementos de revista, de acuerdo con lo que el mismo describió en una entrevista para la revista Arte, Cultura y Sociedad.

En la misma nota comentó: “Es lamentable ver a actores, músicos, productores y demás, en necesidad extrema; en la quiebra, con depresión. La mayoría carecemos de seguridad social, por tanto, no contamos con pensión, y mucho menos con algo como el seguro de desempleo que hay en Estados Unidos y otros países. Algunos tenemos la suerte de contar con actividades complementarias, como yo, por ejemplo, que tengo mi negocio de ventas”.

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