Estos son los conductores a los que les podrían suspender la licencia desde el 1º de diciembre
Se vence el plazo para que los neoyorquinos que tramitaron su carnet de conducir en línea, durante la pandemia cumplan con un requisito
- 3 minutos de lectura'
El Departamento de Vehículos Motorizados de Nueva York (DMV, por sus siglas en inglés) emitió en abril una alerta para que ciertos conductores de la ciudad se realizaran una prueba de la vista, un requisito que se pospuso ante la contingencia sanitaria por la pandemia de Covid. Si no se cumple con esta condición, les suspenderán su licencia de conducir a partir de este 1º de diciembre.
Durante la pandemia, las autoridades permitieron a los conductores actualizar sus licencias en línea autocertificando su buena visión. Esta medida, la ejecutaron con la finalidad de evitar las aglomeraciones. En abril, el departamento de vehículos del estado había informado que unas 150 mil licencias podrían ser revocadas, para los conductores que renovaron entre marzo de 2020 y agosto de 2021. Si bien trascendió que la fecha límite para cumplir el requisito era el domingo 26 de noviembre, en el sitio web del DMV la opción aún aparece como disponible. Los pasos a seguir son:
Paso 1: pasar una prueba de visión
- Si se pasa el examen de la vista realizado por un especialista autorizado, no es necesario enviar los resultados de la prueba; el proveedor los ingresará en automático.
- Si se aprueba el examen de la vista mediante un proveedor que no está en el registro de la vista del DMV, el especialista debe completar un informe y, posteriormente, el interesado mandarlo al departamento de vehículos motorizados.
Paso 2: enviar en informe de prueba de visión completo
- A través de medios electrónicos: completar y enviar un formulario web con la información del informe de prueba de visión completo.
- Por correo: únicamente enviar el informe de visión completo a la siguiente dirección: License Production Bureau PO Box 2688-ESP Albany, NY 12220-0668 en atención a Vision Registry.
- Otra opción es acudir a las oficinas de DMV para el examen de la vista.
¿Qué se necesita para conducir en Nueva York?
Todas las personas que sean residentes de Nueva York (que vive en el estado con la intención de convertirlo en una morada fija y permanente) deben tramitar su licencia de conducir en los próximos 30 días de su llegada, se explica en un reglamento del Departamento de Vehículos Motorizados de Nueva York.
Para conducir un automóvil o una motocicleta en Nueva York se debe tener mínimo 16 años y contar con una licencia o un permiso de aprendizaje válido en ese estado. Si se trata de un menor de 18 años, deberá obedecer la Graduated License Law.
En el caso de visitante foráneo, que cuenten con una licencia de conducir de su país, sí es posible manejar en el estado y no es necesario tramitar permiso especial.
¿Qué pasa si se maneja con una licencia suspendida?
Conducir con una licencia de Nueva York suspendida tiene consecuencias negativas que pueden derivar en una multa o varias multas que van desde los US$200 a los US$500. En casos más complejos, algunos conductores podrían enfrentar una posible pena de cárcel de hasta 30 días. Debido a las legislaciones actuales, se puede tramitar la licencia sin importar el estatus migratorio.
Otras noticias de Nueva York
Cifra millonaria. Mostró cuánto aumentó la suite del hotel de Nueva York en la que se hospedó Kevin de Mi pobre angelito y sorprendió
Inesperado. Trabajaba en un jardín en Nueva York y de casualidad descubrió restos fósiles de la Edad de Hielo
Conmoción en Florida. Hallan dos cuerpos en el tren de aterrizaje de un avión que venía de Nueva York: lo que se sabe
- 1
Clima de hoy en EE.UU.: así avanza la gran tormenta invernal por Texas y Nueva York este miércoles 8 de enero
- 2
Así es la lujosa casa en California donde vivió el dominicano Vladimir Guerrero en su época de Grandes Ligas
- 3
Qué es el Enron Egg: el reactor nuclear que generó furor en Texas por una particular promesa irreal
- 4
Los resultados de la lotería Mega Millions de este martes 7 de enero en EE.UU.: el nuevo pozo millonario