Es de Nueva York, tiene 20 años y tras mudarse a Florida cuenta lo que más le sorprende: de los locales al clima

Motivada por comenzar a escribir un nuevo capítulo de su vida, una joven de 20 años que nació y creció en Nueva York emprendió su mudanza al cálido estado de Florida. Entre tantas opciones, la recién graduada eligió la ciudad de Orlando, porque se encuentra a solo diez minutos de Disney World, de donde tiene el pase anual. Si bien ve muchas oportunidades en su nuevo hogar, el comienzo de su transición estuvo llena de sorpresas.

Jenna Clark es escritora independiente, con un gran amor por la aventura, el teatro musical y la comida. Después de su primer viaje a Walt Disney World, se enganchó con los parques temáticos y adquirió su pase anual. Cuando no está en un espectáculo de Broadway o en Magic Kingdom, disfruta de ver sus programas favoritos y escribir. En un artículo para Insider, Clark describió cómo algunas de sus creencias e ideas preconcebidas de Florida cambiaron cuando se mudó.

• El tamaño de los locales

Una vez que la joven se detuvo en la autopista, se sorprendió al ver el tamaño de Buc-ee’s, que es una cadena estadounidense de locales, estaciones de servicio y cargadores de vehículos eléctricos. Lejos de las sucursales sencillas a las que estaba acostumbrada, descubrió que la versión de Florida era más grande y que incluso ofrecía productos únicos, por lo que esta fue una de sus primeras sorpresas.

• La vida silvestre

El Estado del Sol es conocido por su gran variedad de vida salvaje, en especial de reptiles como las pitones o los caimanes. Si bien Clark sabía de esa fama, le impactó encontrarse tantas lagartijas por todas partes. A veces las ve correr en las veredas o llegar hasta las ventanas. Cuando el huracán Ian estaba por llegar a Florida, la joven se registró a Disney’s Wilderness Lodge para refugiarse allí, donde vio un armadillo en la fachada del hotel.

• El clima

Los climas de Nueva York y Florida son muy diferentes. En el primer caso, los cambios en las estaciones del año son muy evidentes, con mucho calor o frío según la temporada. En cambio, el segundo tiene la peculiaridad de que casi todo el tiempo se siente como un caluroso verano, con una sensación de humedad. La joven no tenía idea de cómo eso afectaría su cabello, que comenzó a sentir “frito y muerto”.

• Las distancias

Durante su vida en Nueva York, Clark caminaba a todas partes: al bar, a la lavandería, a la peluquería o a cualquier lugar que fuera parte de su rutina. Un choque muy fuerte con Florida fue precisamente que todo estás más lejos. “Si tengo que hacer la compra, el Publix más cercano está a unos 15 minutos en coche, y el Walmart más cercano, a 13 minutos. No es una distancia excesiva, pero es muy diferente a lo que estaba acostumbrada”, señaló.

Esta realidad también hizo que la joven cambiara sus antiguos hábitos: “Ahora también me aseguro de hacer todo lo posible para conseguir todo lo que necesito cuando estoy fuera (...) También estoy muy agradecida de trabajar desde casa porque sería muy caro ir y volver del trabajo todos los días, ya que no conduzco y dependo principalmente de Lyft y Uber”, señaló para cerrar su descripción.

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