Encontró un misterioso objeto en un estante de su casa y acabó siendo un tesoro milenario de más de 200.000 dólares

Tras pasar muchos años acumulando polvo en una estantería, un misterioso objeto de origen chino hizo que un hombre británico consiguiera un jugoso acuerdo con una casa de subastas. La fortuna le sonrío cuando descubrió que en realidad se trataba de una antigua artesanía muy valorada por coleccionistas del otro lado del mundo.

Aunque dudaba de su precio en el mercado, el coleccionista de antigüedades llevó “por capricho” el artefacto de color rojo oscuro a una valuación con expertos. Fue ahí donde obtuvo la información que le permitió conocer su verdadero alcance monetario e histórico.

Los analistas se impresionaron al ver el plato de unas 12 pulgadas de diámetro. Las primeras versiones indicaban que se remontaba a la dinastía Ming de la China imperial, pero cuando investigaron más supieron que en realidad había sido fabricado en un periodo previo, durante la dinastía Yuan en el siglo XIV.

Al principio, el coleccionista pensó que obtendría alrededor de US$3500, pero al conocer su verdadera historia y cuando llegaron los primeros interesados, esta cifra creció hasta alcanzar el equivalente a US$259.677. El plato, fabricado con la técnica de laca tallada llamada “Diaoqi”, estaba a punto de volverlo rico.

Por sus características, la pieza tuvo que haber sido elaborada por un maestro artesano altamente calificado, dado que este tipo de labor requería mucho tiempo y precisión. La obra surge desde una base de madera, donde se acumulan varias capas de resina y savia de árbol para formar una especie de “plástico” natural extremadamente resistente, que luego se talla para grabar las figuras que aparecen en el objeto final.

Una herencia que le cambió la vida

La casa de subastas Kinghams Auctioneers, ubicada en el condado de Gloucestershire, en Inglaterra, fue la encargada de organizar la venta de la antiquísima artesanía oriental y recibió una gran cantidad de consultas entusiastas de interesados. Aunque el nombre del propietario de tan preciada obra sigue en el anonimato, Adrian Rathbone, director asociado de la empresa de transacciones de arte, explicó cómo llegó a sus manos: “El vendedor nos lo trajo por capricho. Lo había heredado hace unos 20 o 30 años y solo había estado en un estante acumulando polvo”.

Esta venta representó un récord para la casa de subastas, porque con el valor final de la compra superó el tope anteriormente establecido del equivalente a unos US$173.118 en libras esterlinas por una pieza similar. “La oferta acaba de cerrarse. El vendedor está en la Luna y es un muy buen resultado para él. Es una buena suma de dinero y un regalo de Navidad anticipado”, concluyó el representante de Kinghams en declaraciones al Daily Mail.

Otras subastas de tesoros inesperados

Las historias sobre hallazgos de objetos con un valor inesperado se han vuelto cada vez más frecuentes. Recientemente, circuló el caso de una pareja británica que encontró una colección de monedas antiguas mientras hacía una remodelación y después de varios años de esperar una buena oferta pudieron obtener US$852.380.

Otra historia similar fue la de Michael Leigh-Mallory, que se divertía con un detector de metales en un campo de la región de Devon, en el suroeste de Inglaterra, y encontró una moneda del siglo XIII, que pudo vender por casi US$800.000 en una subasta.

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