El elocuente cartel de Fort Myers que quedó intacto tras el paso de Ian
El huracán golpeó con fuerza esta ciudad en el condado de Lee, pero hubo un icónico punto que ni los vientos ni las inundaciones pudieron destruir
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La ciudad Fort Myers es una de las que más sufrió los embates del huracán Ian hace unas semanas. Los habitantes fueron evacuados de sus hogares y apenas pudieron regresar a evaluar los daños. Para la reconstrucción completa se ha pronosticado un periodo largo de trabajo y millones de dólares en inversión gubernamental.
El huracán Ian azotó la ciudad en categoría 4 con vientos de 240 km/h y se estima que el agua alcanzó los tres metros de altura. En tales circunstancias, las familias no solo vieron destruidos sus hogares, también parte de su patrimonio porque los yates, en una zona que se caracteriza por la afición a la navegación, fueron arrastrados por las inundaciones.
Una vez que pasó la tormenta quedaron expuestos los vehículos volcados, las palmeras caídas y el mobiliario urbano que fue desperdigado.
Apenas la semana pasada los residentes recibieron la autorización para volver a casa, una ciudad desconocida sin agua, sin electricidad y sin señal telefónica. Un duro contraste para una zona de clase acomodada. De acuerdo con una investigación de CoreLogic, una empresa de investigación inmobiliaria, los daños en Fort Myers podrían ascender hasta una cifra cercana a los 47.000 millones de dólares.
Frente al dolor por las pérdidas humanas y la incertidumbre por los bienes destruidos, llamó la atención como un icónico sitio de la ciudad quedó intacto pese a las inclemencias de la naturaleza. Se trata de un cartel ubicado entre McGregor Boulevard y South Grove Avenue, con una fabricación sencilla y con una leyenda que provocó la reacción de mucha gente: “Dios es amor”. La frase destaca en luces neón cuando está encendido.
Debajo de la frase dice “en memoria de George H. Gruesbeck”, un Adventista del Séptimo Día quien es responsable por haberlo colocado en 1943 en el patio de su casa, de acuerdo con datos de News-Press.
Sin embargo, la información apunta a que el cartel que persiste actualmente es más bien una réplica de ese histórico y habría sido elaborada en los años 50 con un tamaño mayor al anterior por quienes entonces ocupaban la casa. Ellos añadieron el homenaje para Gruesbeck.
Dicha fuente señala que el cartel ha sido restaurado en diferentes ocasiones a lo largo del tiempo, los mismos residentes de Fort Myers han colaborado para que el mensaje prevalezca, y entre esas mejoras añadieron luces neón para hacerlo visible en el tráfico nocturno. Incluso hay un residente que se hace responsable de pagar por el consumo eléctrico del icónico letrero.
“Es una señal de que Dios todavía tiene el control”, dijo Kenneth Walker, presidente de la fundación filantrópica John E & Aliese Price de Fort Myers, en entrevista para WGCU. Después de que su hija le mostrara una fotografía del cartel en pie. Walker ha participado en las recientes remodelaciones del cartel.
“Es muy importante. A la gente le encanta mirarlo”, agregó el residente de la ciudad, quien se mostró maravillado porque, a diferencia del letrero “God is love”, varios postes de tránsito que parecían más firmes terminaron destruidos.
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