El detalle en la barrera flotante contra los cruces ilegales que podría complicar a Texas
Un estudio en conjunto entre Estados Unidos y México encontró que casi el 80% de la traba se encuentra técnicamente en el lado mexicano de la frontera
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LA NACION
Como parte de la demanda que el Gobierno de Estados Unidos mantiene contra la administración de Texas, encabezada pro el gobernador Greg Abbott, ante la instalación del muro de boyas flotantes en el Río Bravo para impedir los cruces ilegales de migrantes desde México, las autoridades federales presentaron los resultados de un minucioso estudio. En el análisis comprobaron que con la colocación de la barrera los funcionarios estatales habrían cometido un grave error.
Ante un tribunal federal, el gobierno del presidente Joe Biden reveló que el 79% del llamado “muro flotante” se encuentra en territorio mexicano, lo que implicaría una invasión de territorio extranjero, según las validaciones a partir de un detallado análisis topográfico e imágenes satelitales que verificaron funcionarios de México y EE.UU.
El estudio fue realizado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), un organismo binacional encargado de resolver este tipo de controversias, y tomó como referencia un tratado entre México y Estados Unidos que data de 1970, donde se establece que el límite territorial entre ambos países se encuentra justo en medio del río Bravo, también llamado río Grande del lado estadounidense.
Por otra parte, se sabe que la línea de boyas que instaló Texas mide más de 300 metros de longitud. A través de las mediciones especializadas, se confirmó que 239 están en la porción del río que corresponde a México, ya que está más cercana a la ciudad de Piedras Negras, Coahuila.
La barrera flotante es motivo de preocupación tanto dentro de Estados Unidos como a nivel internacional por parte de defensores de los derechos humanos, representantes demócratas e incluso un médico de la Policía de Texas, que reveló las declaraciones de un agente acerca de haber recibido órdenes “de empujar a los migrantes de vuelta al agua, para que volvieran a México”.
Asimismo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó al gobernador de Texas, Greg Abbott, como inhumano. Días después de este señalamiento, el gobierno mexicano redobló sus objeciones al informar el hallazgo de dos personas sin vida que posiblemente pudieron quedar trabadas en las boyas. Por ahora, las circunstancias de esas muertes aún se encuentran bajo investigación.
¿Qué pasará después en Texas?
Los resultados del estudio fueron presentados el martes 15 de agosto ante el tribunal federal de distrito de Austin y se integrarán a la demanda contra el gobernador Abbot, que sigue su curso. De acuerdo a CBS, se espera que el juez David Alan Ezra, convoque a una audiencia sobre el caso durante la próxima semana, el 22 de agosto.
Mientras tanto, el Departamento de Justicia de EE.UU. explicó que analizarán con sus pares mexicanos la manera de actuar ante la confirmación de la irregularidad en la línea fronteriza. “Están en conversaciones sobre cómo proceder con respecto a la parte de la barrera flotante que se encuentra dentro del territorio de México”, reportó la cadena de televisión.
A pesar de las críticas, el gobernador Greg Abbott y otros funcionarios de Texas mantienen su postura distante de las políticas migratorias del presidente Joe Biden y defienden que las boyas son necesarias para detener el ingreso ilegal de migrantes a EE.UU.
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