El cambio de horario en EE.UU. tiene un efecto que pocos tienen en cuenta, aunque puede ser letal

En la madrugada del domingo 3 de noviembre, los residentes de Estados Unidos cambiarán su hora. Ese día se hará el segundo Daylight Saving Time (DTS) de 2024, en el que los ciudadanos atrasarán sus relojes una hora y el país pasará al horario de invierno del hemisferio norte.

Aunque la modificación pueda parecer menor, los especialistas advierten que esta práctica puede tener efectos negativos en la salud de los habitantes, como la alteración de los patrones de sueño o falta de descanso, que incluso podrían traer aparejado un aumento de los accidentes de tránsito.

Cambio de horario: cómo puede afectar a la salud

Diversos estudios científicos remarcan que los cambios de horario no son inocuos para la salud. No importa si la modificación es de solo 60 minutos, un adelanto -o un retraso como el que se hará el 3 de noviembre- en los relojes puede afectar a las personas durante varios días. Distintas investigaciones afirman que la modificación horaria puede incrementar los problemas de concentración y causar trastornos de sueño.

¿Por qué sucede esto? El profesor de Medicina del Sueño de la Universidad de Harvard, Charles Czeisler, explica que cambiar el horario “puede causar estragos en el bienestar mental y físico de las personas a corto plazo”, ya que supone una alteración de los ritmos circadianos que dependen de la exposición a la luz.

En este sentido, el especialista señala que el cambio de hora en primavera provoca que las mañanas sean más oscuras y las tardes más claras. Una menor cantidad de luz matinal puede reducir los niveles de serotonina, la hormona que mejora el estado de ánimo. Mientras que, por el contrario, la exposición a la luz más tarde puede retrasar la producción de melatonina, la hormona que ayuda a conciliar el sueño.

En la misma línea, una investigación publicada en el American Journal of Lifestyle Medicine sostiene que la interrupción del ritmo circadiano puede alterar el sueño y derivar en problemas como insomnio y somnolencia diurna. De esta manera, agrega Czeisler, puede ocurrir que tras un cambio horario “las personas se sientan fatigadas, aturdidas y menos concentradas”.

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Por qué el cambio de horario puede impactar en los accidentes

Manejar un vehículo requiere de concentración y lucidez. El cansancio y la sensación de somnolencia son factores que disminuyen la capacidad al volante, así lo demuestra un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial que señala que dos de cada diez accidentes de tránsito podrían evitarse si los conductores dejaran de manejar cuando tienen la sensación de somnolencia o si hubieran dormido más de 5 horas en las 24 horas precedentes.

Justamente, entre los efectos que el cambio de horario provoca en la salud de las personas, los especialistas mencionan los trastornos de sueño: insomnio, somnolencia, fatiga y falta de concentración. Todos factores contraindicados al conducir.

En este sentido, un estudio publicado en la revista Current Biology en 2020 reveló en la semana posterior a un cambio de horario se produce un aumento del 6 % de los accidentes automovilísticos, incremento que es más pronunciado en horas de la mañana, lo que podría demostrar el impacto que las alteraciones del sueño y la falta de concentración pueden tener en la seguridad vial.

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