EEUU respalda a Filipinas frente a China tras incidente con buque
Estados Unidos dijo el lunes que respalda la libertad de navegación de Manila en el mar de China Meridional después de que un buque filipino abandonara un arrecife en disputa, lo que llevó a Pekín a declarar una "soberanía indiscutible".
"No hay base legal para las reivindicaciones marítimas de la República Popular de China en el mar de China Meridional y las formas peligrosas en que intenta hacer valer esas reclamaciones ponen en riesgo las vidas y el sustento de los filipinos", dijo a los periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, utilizando el nombre oficial de China.
"Corresponde a Filipinas decidir cómo opera sus buques en zonas en las que goza de libertad de navegación en alta mar en virtud del derecho internacional", afirmó Miller. "Seguimos apoyando a nuestros aliados filipinos", dijo.
Pekín reclama la mayor parte del mar de China Meridional a pesar de que un tribunal internacional dictaminó que sus afirmaciones carecen de fundamento, y ha actuado agresivamente contra buques del gobierno filipino en el arrecife conocido como "Sabina" y otros puntos en disputa de la estratégica vía fluvial.
En los últimos meses, marinos chinos han embestido, bloqueado, lanzado cañonazos de agua e incluso abordado buques filipinos, causando daños y heridos.
La guardia costera china dijo el domingo que tenía "soberanía indiscutible" sobre el arrecife disputado, denominado por ese país Xianbin.
El buque BRP Teresa Magbanua estuvo anclado en la zona desde abril con el fin de afirmar el reclamo de Manila sobre esta zona.
sct/st/db/arm
Temas
Otras noticias de Servicio-de-noticias
Más leídas de Estados Unidos
Complot. EE.UU. anuncia que frustró un plan de Irán para matar a Trump antes de las elecciones
“Algo anda muy mal”. La dura crítica de Elon Musk criticó a las universidades de élite de Estados Unidos
Así refuerza Greg Abbot sus medidas contra la inmigración ilegal, ahora que ganó Trump
Culpas y reproches. Empezó el pase de facturas entre los demócratas, que enfrentan un triple desafío tras la paliza de Trump