Distensión entre EE.UU. y Rusia: el gobierno de Putin prometió que no invadirá Ucrania, pero persiste la puja con Occidente
Una reunión de alto nivel en Ginebra logró descomprimir la tensión acumulada en las últimas semanas, pero también ventiló las diferencias que marcan la tensa relación entre los dos históricos rivales.
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WASHINGTON.- Estados Unidos y Rusia tejieron un tibio primer avance en un cara a cara en Ginebra para evitar un nuevo conflicto en Europa: ambas potencias marcaron posturas y seguirán hablando, y el Kremlin ofreció un ramo de olivo al afirmar que no tiene planes de invadir Ucrania, un escenario temido que había ganado fuerza en las últimas semanas, y había puesto en estado de máxima alerta a Washington y a sus aliados europeos, enfrentados desde hace años con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Pero a pesar de que la reunión de alto nivel en Ginebra logró descomprimir la tensión acumulada en las últimas semanas –decenas de miles de tropas rusas se han instalado en la frontera con Ucrania–, ambas potencias ofrecieron francas advertencias, y ventilaron las diferencias que marcan la tensa relación entre los dos históricos rivales. El principal foco de conflicto permanece irresuelto: la eventual expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el este de Europa, a la que Rusia se opone.
Wendy Sherman, número dos del Departamento de Estado y enviada del gobierno de Joe Biden a Ginebra, dijo en una llamada con periodistas que la reunión dejó un “mejor entendimiento” de las posiciones y prioridades de cada uno, y que Washington le daba la bienvenida a un “proceso genuino” de negociación con Moscú. La discusión, que se extendió por casi ocho horas, fue “franca y directa”, dijo Sherman, quien también se preocupó por dejar en claro que algunas pretensiones rusas son inaceptables para Biden, entre ellas, impedir el ingreso de Ucrania o de cualquier otra nación a la OTAN.
“No permitiremos que nadie cierre de golpe la política de puertas abiertas de la OTAN, que siempre ha sido fundamental para la alianza de la OTAN”, dijo Sherman en una conferencia telefónica con periodistas. “No renunciaremos a la cooperación bilateral con estados soberanos que deseen trabajar con Estados Unidos. Y no tomaremos decisiones sobre Ucrania sin Ucrania, sobre Europa sin Europa, o sobre la OTAN sin la OTAN”, advirtió.
“Un país no puede cambiar las fronteras de otro por la fuerza”, insistió la diplomática estadounidense.
“No hay razón para temer”
La definición más contundente, sin embargo, la dejó el enviado de Putin, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei A. Ryabkov, quien afirmó tras el cónclave que se fue con la sensación de que Estados Unidos tomó “muy seriamente” las propuestas rusas, y señaló que el Kremlin no tiene intenciones de invadir Ucrania.
“No hay razón para temer algún tipo de escenario de escalada”, dijo Ryabkov. “Explicamos a los colegas que no tenemos planes, ni intención de atacar, entre comillas, a Ucrania”, remarcó.
La reunión en Ginebra había generado una enorme expectativa luego de que el Kremlin movilizara a unos 100.000 soldados a la frontera ucraniana, un abierto desafío de Putin a Occidente que generó un fuerte temor a una intervención militar que pudiera llevar a un conflicto irreversible. Durante los últimos días, el gobierno de Biden, sus aliados europeos y la OTAN buscaron elevar la presión sobre Putin dejando en claro que tenían en carpeta una larga lista de fuertes sanciones contra Moscú en caso de que decidiera avanzar sobre Kiev.
La Casa Blanca había dejado trascender en los medios algunas de las sanciones previstas en una clara señal de que Biden estaba dispuesto a ir mucho más allá del paquete de sanciones que ordenó Barack Obama, en 2014, luego de la invasión a Crimea. Esa respuesta de Estados Unidos fracasó en disuadir a Putin, y quedó como una respuesta demasiado débil. Rusia ha ejercido una intensa presión sobre Ucrania desde ese entonces, luego de que una revolución derrocara a un gobierno respaldado por el Kremlin que se oponía a un acercamiento a Europa.
Las conversaciones abrieron una semana de diplomacia entre Rusia y Occidente, después de que Moscú movilizara a sus tropas en la frontera ucraniana llevando a Estados Unidos y Europa a un enfrentamiento más acorde a los tiempos de la Guerra Fría. Las reuniones habían comenzado el domingo con una cena informal de trabajo el domingo. Ryabkov predijo conversaciones “difíciles” en Ginebra, a las que le seguiría el miércoles una reunión entre la OTAN y Rusia en Bruselas y una cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, programada para el jueves en Viena.
Durante la cena del domingo, Sherman ya había recalcado “el compromiso de Estados Unidos con los principios internacionales de soberanía, integridad territorial y la libertad de naciones soberanas para elegir sus propias alianzas”, según indicó el vocero del Departamento de Estado Ned Price, en una referencia a Ucrania y sus aspiraciones de unirse a la OTAN. Muchos analistas creen que, como pronto, esa incorporación de Ucrania se produciría dentro de varios años.
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